Cuando un telediario como el de La 1 hace un reportaje sobre salud mental en España (minuto 24) y lo emite en hora de máxima audiencia es que este tema ya es importante, aunque, pensándolo bien, llega tarde, como tantas otras cosas, pero mas vale tarde que nunca.
Al verlo, sentí la necesidad de escribir este post, porque pienso que la clave está en la difusión y normalización de la salud mental, para que, de una vez por todas, se le otorgue la importancia que necesita, se aumenten los recursos y se erradique el estigma de las enfermedades mentales pero, también, para que la sociedad, desde cualquier dispositivo o canal, reciba pautas e información no sólo para pedir ayuda, sino para aprender a percibir las señales de alguien que la está pidiendo, incluso aunque no lo sepa, así que humildemente, dejo aquí mi aportación y mi experiencia, que también la tengo.
LAS CIFRAS DE SALUD MENTAL EN ESPAÑA
Las estadísticas de nuestro país reflejan que 1 de 4 personas sufrirá un problema de salud mental a lo largo de su vida. Se producen 11 suicidios al día, 1 cada 2:15h. Desde atención primaria reportan que los trastornos de salud mental entre adolescentes y niños se ha triplicado así que esto es mas que URGENTE.
Por supuesto, la pandemia ha empeorado toda esta situación, que ya estaba mal antes del coronavirus, y nos ha pasado factura a todos de forma mas o menos grave, nada menos que a un 61% de la población. Pero, también ha hecho que se hable de las enfermedades mentales, que se pongan encima de la mesa, que mas gente se atreva a contar su experiencia.
Personalmente, he de confesar que también me ha afectado, he tenido problemas de insomnio, de ansiedad, de apatía, de falta de motivación… solo hay que ver lo abandonado que está este blog desde enero y es que, con todo lo que hemos vivido, los valores y prioridades cambian, y si este proyecto ya estaba un poco en declive y ya me estaban surgiendo dudas sobre si tanto esfuerzo diario merecía la pena, pues con la pandemia todo se quedo ahí, en “STANDBY”. Creo que ese el estado en el que vivimos y sentimos la mayoría de las personas que, por suerte, seguimos respirando, que no se nos olvide.
Pero incluso, para ser conscientes del valor de cada aliento que tomamos, es necesario un proceso muy importante de gestión emocional que, por desgracia, no todo el mundo es capaz de llevar a cabo y piensa que perder ese aliento puede ser un alivio. SUICIDIO, así, sin más, hay que decir las cosas por su nombre, porque si no, no existen.
LA FALTA DE RECURSOS y LA BRECHA SOCIAL
Para poder hacer ese proceso de gestión emocional y tener las herramientas para poder salir poco a poco de ese pozo oscuro que es la depresión, la ansiedad, un TCA (Trastorno de Conducta Alimentaria), o cualquier otro trastorno o enfermedad en salud mental, primero necesitamos reconocer que algo nos pasa, después reconocer que necesitamos ayuda, luego pedir esa ayuda y por ultimo, ir a recibir la ayuda.
Lamentablemente, no siempre es fácil reconocer la necesidad de ir a un psicólogo. Así como en EEUU tener un psicólogo de cabecera es igual de habitual que en España tener un dentista de confianza, en nuestro país ir al psicólogo se sigue considerando que solo es para los “locos”. En fin, si ya nos cuesta ir al dentista una vez al año para una limpieza dental siendo una dolencia física y tangible, imaginaos ir al psicólogo para hacer algo tan intangible como un chequeo emocional anual.
¿Dónde radica el problema?
El problema radica en el estigma social que supone ir simplemente al psicólogo, y luego, la falta de recursos, teniendo en cuenta estas cifras no me extraña nada:
-Solo el 5% del gasto sanitario se destina a salud mental
-Somos el PENÚLTIMO PAÍS en numero de profesionales de salud mental.
-La lista de espera es de 6 meses para ir al psicólogo.
-Solo el 8% de los pacientes es atendido por un psicólogo, se tiende a medicalizar en vez de tratar los problemas, por eso España es líder europeo en consumo de psicofármacos.
Estas son las cifras, pero no pretendo echarles toda la culpa a los psicólogos y psiquiatras de la Seguridad Social, ya que no hay suficientes y tienen tantos pacientes cada día que es literalmente imposible que puedan hacer un trabajo en condiciones. Por eso, al acudir a una consulta de salud mental en la sanidad publica (si es que llegas, porque primero hay que ir al medico de cabecera y que este considere que realmente lo necesitas, o puede que directamente, te mande algún ansiolítico por si es algo transitorio, aunque a veces ni eso, y se queda en “ya veremos”) la sensación que obtienes es la de no sentirte realmente atendido, quizá recibes una escucha activa y poco más, y sales de la consulta con una receta de medicamentos para mantener los impulsos a raya, pero sin herramientas, ni pautas, ni plan… “y nos vemos en un mes”, y no me lo invento.
¿Y si vamos a un psicólogo privado?
Con los psicólogos privados no hay problema, hay infinidad de ellos, pero primero, no todo el mundo se puede permitir sesiones con un coste mínimo alrededor de los 50€ por sesión de 1hora, siendo al principio del tratamiento, necesaria una sesión semanal que luego se puede ir espaciando a quincenal o mensual según la evolución. Ya sabemos que la salud es la mejor inversión, pero hay que reconocer que no todo el mundo se puede permitir un el coste de un tratamiento así.
Segundo, encontrar el psicólogo que encaje contigo es como enamorarse, no todos conectan con uno de la misma forma, cada uno tiene su técnica y su forma de proceder, de escuchar, de encajar, y ya, como lo vamos a pagar nosotros, al menos que nos sintamos a gusto con nuestro terapeuta, a fin de cuentas, le vamos abrir nuestra alma en canal.
Pues eso, que al final, la mayoría de las personas piensan “bueno, tampoco estoy tan mal”, “será algo pasajero”, “ya me apañaré”, “hay que tirar para adelante”, “solo estoy un poco triste”, etc. y así, de algo inicial que sería bastante mas fácil de tratar, a que se genere una bola de emociones cada vez mas enmarañada.
LA LUCHA CONTRA EL ESTIGMA
Leyendo el ultimo párrafo y conociendo las cifras se me hace difícil considerar que el problema de no acudir al psicólogo para tratarse es solo un estigma social, la verdad, es que es casi un bien de lujo y es que, no entiendo, por qué hay especialidades que no entran en la Seguridad Social, ya que, al igual que es muy importante la salud buco-dental, porque de no hacerlo es por donde se pueden iniciar multitud de patologías, ¿Qué me decís de la mente?
“MENS SANA IN CORPORE SANO”
Una persona con depresión, (por elegir una de tantas enfermedades mentales) queda prácticamente inhabilitada para su vida diaria, laboral y social, pero claro, no lo parece porque como no se ha roto una pierna, como no es algo físico y tangible, pues aun tienen que soportar que les digan que son vagos, que es que no quieren hacer nada, que parecen un mueble, que no quieren salir, etc. solo los que hemos convivido con una persona con depresión sabemos que no se trata solo de querer o no querer… LA DEPRESIÓN NO SE ELIGE, SE SUFRE.
¿Es solo una cuestión de actitud?
Las frases motivadoras tipo Mr.Wonderful que inundan las redes sociales en plan “Si quieres puedes”, “si estas triste, pon una sonrisa”, “sueña grande”… nos empiezan a hacer un flaco favor (y mas aun las propias redes sociales, aunque de eso ya os hablé en este post sobre la depresión invisible) porque no siempre ayudan, porque al final parece que todos los problemas que tienes dependen de ti, de que eres tu el que decide no estar bien, que es solo una cuestión de actitud… pero no todo está en querer o no querer, la vida está llena de variables que son ajenas a nuestras voluntades y hemos crecido en una sociedad donde solo se valora el resultado pero no todo el camino para lograrlo, donde solo se valora al fuerte y al ganador, y no al sensible pero constante, donde solo las “niñas lloran”… mucha educación emocional es la que falta, me parece a mi, así, para empezar.
Las viñetas de la cuenta de Instagram @occimorons lo dicen todo taaan claro y sencillo… (También las tenéis en un libro, lo puedes comprar aqui)
Por otra parte, la películas tampoco han ayudado a entender los trastornos mentales, siempre han mostrado estereotipos negativos sobre estas enfermedades asociando los problemas de salud mental con debilidad, incapacidad, o peligrosidad. Por eso, hacen falta referentes como los deportistas, actores, cantantes que dan un paso adelante y confiesan que también han padecido depresión, ansiedad, TCA, etc.. para que la sociedad empiece a considerar que es algo que le pasa a cualquiera, incluso a una de las gimnastas con mas medallas, al cantante mas popular, o a esa influencer que parece tener la vida perfecta, y que no pasa nada por PEDIR AYUDA.
DONDE PEDIR AYUDA
El Ministerio de Sanidad promueve la Línea 024 de atención a la conducta suicida. Se trata de una línea telefónica de ayuda a las personas con pensamientos, ideaciones o riesgo de conducta suicida, y a sus familiares y allegados, básicamente a través de la contención emocional por medio de la escucha activa por los profesionales del 024, la recomendación de que contacten con los servicios sanitarios del SNS o la derivación al 112 en los casos en los que se aprecie una situación de emergencia. En caso de emergencia vital inminente puede llamar directamente al teléfono de emergencias 112.
La línea 024 no pretende reemplazar ni ser alternativa a la consulta presencial con un profesional sanitario cuando sea necesaria.
Los destinatarios de la línea son las personas con conducta o ideación suicida, así como los familiares o allegados de víctimas de suicidio o de personas con ideación suicida.
El 024 es un servicio de alcance nacional (accesible desde todo el territorio nacional), gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.
También en los siguientes servicios gratuitos:
–112
–Teléfono de la Esperanza 717003717
–Asociación Barandilla 911358358
–Familiares en duelo por suicidio info@redaipis.org
LA MIRADA Y LA ESCUCHA TAMBIÉN SON GRATIS
Nos hemos vuelto una sociedad aun más individualista que antes de la pandemia, porque esta nos ha hecho meternos aun mas en nuestro bucle particular, las redes sociales y sus algoritmos nos muestran solo lo que nos gusta (o sea, no se promueve el pensamiento crítico), así nos retroalimentamos y el egocentrismo campa a sus anchas, apenas nos relacionamos en persona, no conversamos con nadie cara a cara, como en el futuro distópico de la película “Wall-e” donde, ni estando al lado de la persona con la que hablaban, dejaban de mirar la pantalla.
Entonces, ¿Cómo vamos a ser capaces de ver las señales de alarma para poder ayudar a una persona con riesgo de depresión, o peor, de suicidio? Es casi imposible.
Por eso, debemos de hacer un esfuerzo para tener la mirada bien abierta y los oídos bien atentos para detectar cualquier cambio de actitud, de pensamiento, de algo que no es igual en esa persona, que no es como antes, de que nos cuesta reconocerla, de que entra en pensamientos negativos recurrentes, de que no tiene motivación, ni ilusión, de que procrastina, inactiva o retrae las actividades usuales, de que prefiere no salir de casa, de que siente cansancio y apatía por casi todo, de que le cuesta dormir o conciliar el sueño…
Todo son señales de que algo no va bien, y quizá ni esa persona piense que necesite pedir ayuda, ni si quiera de que le ocurre algo porque en su interior ya lo ha normalizado, quizá nosotros tampoco sepamos que hacer o decir, pero no conozco a nadie que no valore que le escuchen plena y sinceramente.
A veces solo necesitamos decir en voz la alta lo que sentimos, a veces solo necesitamos a alguien que nos ayude a hilar para poder tejer la maraña de pensamientos que se enreda en nuestra mente, a veces solo necesitamos a alguien que nos mire a los ojos para saber que nos ven.
GRACIAS POR COMPARTIR, QUIZÁ ESTÉS SALVANDO UNA VIDA…
Fuentes:
https://www.rtve.es/play/
https://elpais.com/sociedad/
http://www.cis.es/cis/opencms/
https://medlineplus.gov/
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4 Comentarios
Hola, me llamo Fer y me han compartido este artículo. Me han diagnosticado con depresion, acompañada de ansiedad y agorafobia severa, llegando a ser totalmente incapacitante, impidiéndome incluso trabajar.
Agradezco muchísimo este escrito, y también agradezco el hecho de que haya gente como tú, que comprenda la situación de este estado, y que además lo quiera compartir con otras personas. Para que se vea tanto desde dentro como desde fuera.
Por suerte, estoy ya en tratamiento y el centro de salud pública está muy involucrado con mi caso, aunque no debería ser cuestión de suerte, si no un hecho para todas las personas que necesitan ayuda.
De nuevo, muchas gracias por tus palabras, has enfocado el tema de una forma ideal.
Saludos!
Hola Fer, no sabes lo feliz que me has hecho comentando este post… es muy triste contar cosas asi y ver la poca interaccion que producen, pero en fin, es el mundo en el que vivimos… pero, a pesar de ser consciente de ello, sabia que de alguna forma podría llegar a alguien que le fuese util, no sabes la alegria que me da saber que ha llegado hasta a ti… Deseo de corazon que te recuperes pronto, sabes que no es fácil, pero con terapia y apoyo, se consigue. Ojala tengas cerca de ti personas que sepan mirarte como mereces… un abrazo de los gordos! 🙂
Un gran post y reflexión sobre este tema Elisa. La salud mental es la gran olvidada en el sistema público de sanidad, porque como bien dices no todas las personas tienen a su alcance económico ir a un psicólogo o psiquiatra privado.
Muchas gracias por escribir tan bien sobre este tema.
Un abrazo.
Marta
Gracias a ti Marta por leerlo y por dejarme tu comentario, es un honor para mi! Ojala podamos ayudar a muchas personas con este post, es todo lo que pido.