¿Puede haber un regalo perfecto para un fan de Harry Potter? Si, poder ir a la “Harry Potter The Exhibition” o lo que es lo mismo, la exposición itinerante de Harry Potter que hemos tenido el lujo de tener este año en Valencia.
Como ya os conté en el post de “Como hacer una fiesta de cumpleaños de Harry Potter”, donde os explicaba como organizamos el 11 cumpleaños de nuestra hija, uno de los regalos más importantes y que ella, como buena “potterhead” más quería, era poder acudir a la exposición de Harry Potter y, afortunadamente, lo teníamos muy fácil porque este año estaba en nuestra ciudad.
Y allá que nos fuimos los cuatro con nuestras varitas mágicas fabricadas por nosotros mismos y, por supuesto, mi hija vestida con todo su disfraz de Harry Potter, y eso que en junio ya hacía en Valencia un calor considerable, pero era completamente inevitable que quisiera sentirse como una alumna más de Hogwarts dentro de la exposición de Harry Potter.
¡No se puede tener una cara con más ilusión que la suya!
Nada más entrar nos hicieron una foto de recuerdo a los cuatro para luego tener la opción de recogerla, previo pago, a la salida. Allí mismo tienen varitas mágicas para prestarnos para hacernos la foto, aunque nosotros quisimos hacérnosla con las nuestras, evidentemente, ¡que para eso las habíamos llevado! Luego, al traspasar el umbral de una puerta, vino uno de los momentos más esperados por mis hijos, ¡que el sombrero seleccionador te diga a que casa perteneces! Peeeero, lamentablemente, no se lo hacen a todos los niños, solo a tres voluntarios… y hay muuuchos voluntarios como os podréis imaginar. No sé si porque mis hijos iban perfectamente disfrazados de Harry Potter o porque gritaron mucho (jajaja) pero los eligieron a los dos seguidos ¡imaginaros su emoción! ¡y la nuestra! Casi os digo que es uno de los momentos más emocionantes de la exposición, así que nuestra recomendación: cuando pidan voluntarios ¡gritad mucho, saltad, levantad la mano bien arriba… ¡¡¡mucha suerte!!! …
El peque visualizando con mucho interés las secuencias de todas las películas de la saga
Después de un momentazo así, pasamos a una sala donde hay varias pantallas donde proyectan un resumen de todas las películas de la saga, por si queda alguien que no se las sabe y para que así pueda hacerse una idea… nosotros, como ya sabéis, ¡nos las sabemos de memoria!
Después, ¡nos vamos a la estación de King Cross donde nos espera el Hogwarts Express! No pude hacer una foto de esa sala porque estaba casi a oscuras y con mucho humo artificial para simular que la locomotora esta en marcha… mola, pero nos habría gustado hacernos una foto junto al tren. Después, tras una cortina ¡comienza la exposición!
No quiero hacer demasiados “spoilers” (que ya os he hecho bastantes), así que a partir de aquí no os voy a dar demasiados detalles de lo que hay en la exposición, aunque si os iré mostrando algunas fotos de las que hicimos para que os hagáis una idea de como es.
La habitación de Harry y Ron
La casa de Hagrid nos encantó y te puedes sentar en su enorme sillón
Mucha gente me ha preguntado si realmente merece la pena la exposición. Mi respuesta siempre es la misma ¿eres muy fan de Harry Potter? Si la respuesta es afirmativa, entonces no dudes en ir a verla porque te lo vas a pasar en grande viendo infinidad de trajes y objetos originales que has visto en las películas de la saga, pero si la respuesta es negativa, te vas a aburrir y vas a pensar que podrías haber gastado el dinero en otra cosa. Luego existen los supuestos en que no queda más remedio que ir porque tienes que acompañar a tus hijos, ya que ellos son los verdaderos fanáticos… en ese caso, no te quedará más remedio que ir, pero seguro que te contagiarán su entusiasmo y sentirás que ha merecido la pena, como cuando les llevas a la feria de navidad, no te subes a ninguna de las atracciones, pero disfrutas de verlos felices ¿verdad? Lo malo es que aquí si que pagas la entrada, deberían de hacer un precio especial para “muggles” ¿verdad? Jajaja… Aun así, si vas a ir, aprovecha unos días antes y, al menos, echa un vistazo a las primeras pelis, aunque veas sólo la primera, aprenderás mucho de que va todo este mundo de Harry Potter… y puede hasta que te enganches y las veas todas, como me pasó a mí.
A nosotros nos encantó la exposición, de hecho, la vimos dos veces, es decir, hicimos un primer recorrido y luego volvimos de nuevo al principio para verlo todo con más detenimiento y menos gente, ya que, aunque en cada inicio de sesión hay picos de asistentes, luego se van dispersando gradualmente a lo largo de toda la exposición, porque cada uno se detiene más en un sitio u otro. Por suerte, no hay nadie metiéndote prisa para que sigas adelante, eso me parece muy positivo, solo están vigilando que nadie toque nada de lo expuesto, excepto algunas de las cosas que sí se pueden tocar o con las que se puede jugar, como sacar las mandrágoras de las macetas o jugar al “quidditch”. Tenéis que tener en cuenta que, o bien son originales o reproducciones carísimas de los originales de las películas.
Las zonas mas interactivas de la exposición: la zona de las mandrágoras y el rincón para jugar al Quidditch
Por sacarle una pega a la exposición, pensamos que le falta un poco más de elementos interactivos porque es lo que más disfrutan los niños y también algo más de animatrónica en algunas figuras que hay, así le daría más realismo, incluso estaría bien que hubiera alguna pequeña actuación o representación más de alguna escena de la película, como lo es, por ejemplo, la escenificación del sombrero seleccionador que hacen a la entrada, ¡eso les encanta a los niños! (y no tan niños).
A continuación, os dejo algunos consejos para vuestra visita:
–Sed puntuales porque luego no os pueden garantizar el acceso a la exposición fuera del horario indicado en la entrada cuando el aforo está completo. Hay turnos de entrada cada media hora y la duración de la visita es de aproximadamente 1h, pero os podéis quedar dentro todo el tiempo que queráis.
–No se pueden hacer fotos con flash. Aun así, como veis en mis fotos, salen bastante bien, pero claro, hay que intentar estarse muy quietos, jajaja… tampoco se pueden utilizar palos selfies, trípodes y demás artilugios .
–Los carritos de bebés se tienen que dejar en consigna, pero sí se permiten las mochilas portabebés. Por otra parte, las sillas de ruedas para las personas con movilidad reducida sí que están permitidas.
–Tampoco se puede introducir comida ni bebida, pero en caso de necesidad, el personal de la exposición os puede facilitar un vaso de agua.
–Existe la posibilidad de alquilar la audioguía donde nos cuentan los detalles sobre el ‘making of’ de las películas, comentarios de los productores y de los diseñadores de vestuario, atrezo y criaturas mágicas de la saga.
Ah, como último consejo, id preparando la hucha porque al final del recorrido está la tienda de merchandising de la exposición, que también está ambientada como si estuvieseis en el Callejón Diagón, y es muy, muy, muy difícil resistirse a no llevarse un recuerdo ¡hay infinidad de cosas chulísimas! Por supuesto, tenéis un maravilloso rincón donde podéis comprar vuestras varitas mágicas de Ollivanders, no son muy económicas, pero hasta el embalaje parece auténtico de la película… consideradlo una inversión de coleccionista como hicimos nosotros con la túnica de Harry Potter de nuestra hija, aunque quizás ese punto de vista solo los tenemos los muy frikis como nosotros, jajaja…
Y vosotros, ¿habéis ido ya a la Harry Potter The Exhibition? Si tenéis la oportunidad de visitarla en Valencia o si vuelve a España a vuestra ciudad o cerca de ella, ¡no dudéis en visitarla y disfrutad de ella tanto como nosotros!
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