El curso que viene mi hijo pequeño pasará de educación infantil a Primaria, y aun no me lo puedo creer. Hace nada que le dejaba en la puerta del “cole de mayores” con una mochila que era casi el doble de grande que él y, de repente, han pasado tres años, la mochila ya no se ve tan grande y termina su etapa en Infantil… “hoy hemos ido a visitar la clase de los mayores, mamá”, me decía el otro día, y, sin querer, yo pensaba “ay, hijo mío, se te acaba la buena vida”… y no debería de ser así.
Siempre he pensado que el paso de Infantil a Primaria es un cambio muy radical o, al menos, así lo percibí cuando lo hizo mi hija. Pasan de estar en plan “comuna” a un convento: mas normas, mas deberes, mas individualidad, mas silencio, ¿más mayores? Si, son mayores porque crecen y son más autónomos, pero necesitan tiempo para poder asimilar un cambio tan radical, o mejor, no debería de ser un cambio tan radical si realmente las nuevas metodologías educativas estuviesen implementadas de forma genérica en todas las aulas del país. ¿Si hemos conseguido dejar trabajar tanto con fichas de forma automática en infantil, por qué es pisar primero de Primaria y todo gira alrededor del libro del texto y los deberes? ¿Por qué no seguimos trabajando por proyectos, en grupos, experimentando cada materia?
Para ayudarnos a entender mejor este cambio de etapa cuento de nuevo con Francesc Nogales, profesor de primaria y recientemente nombrado tercer Mejor Docente de España en Educación Primaria en los II Premios Educa Abanca 2018 que, además, nos va a dar unos consejos para hacer este paso de Infantil a Primaria mucho más llevadero para nuestros hijos.
Todos los cambios son complejos, y llega el momento en el que el polluelo debe empezar a asomarse al borde del nido y agitar las alas, sin saltar aún.
Para un adulto el cambio en nuestro puesto de trabajo es complejo, pues para un niño también, y tanto docentes como familias debemos afrontarlo juntos y unidos.
El niño de 5 años está acostumbrado a poder moverse por el aula, aunque las “seños” de infantil tratan de aumentar los periodos sentados. Los niños de 5 años tienen menos “seños” que los de Primaria, menos libros, menos deberes, y más juegos, más trabajo por rincones, más manipulación del aprendizaje. Pero ellos no pueden cambiar nada, ya que dependen de lo que los profes decidimos en las aulas, y de lo que los padres hemos sembrado o ayudado.
¿Y las familias? Están acostumbradas a recibir información pormenorizada de sus peques, a contar con un feedback diario de lo que sus hijos hacen, y en algunos centros a recibir incluso una notificación sobre si comió el segundo plato entero o solo un poco.
Y entonces llega “el cole de mayores” (o de supermayores, porque el paso de la escuela infantil a la clase de 3 años ya era cole de mayores), con todo lo que eso conlleva.
Cada hijo lo afronta de una manera, mi hija, que ya tiene casi 8 años, lo hizo con emoción, seguridad, y con ganas. Ella siempre ha sido una persona con capacidad de resiliencia, y para quien hacer “actividades educativas” en casa no le resulta pesado. Cruzo los dedos porque siga siempre así de motivada.
Mi hijo, de cinco años, hace unas semanas se despertó llorando por la noche, mientras decía que no quería ir a Primaria porque era muy difícil. Dice que prefiere quedarse en Infantil, con su seño. ¿Zona de confort con 5 años? Y tanto.
Consejos para familias con hijos de 5 años
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No generar ansiedad. Sea como sea tu hijo/a, habla siempre del paso a Primaria como la oportunidad de aprender cosas nuevas. De ser investigadores o científicos, leer palabras totalmente desconocidas y la gran aventura de conocer a una “seño” o un profe nuevo que seguro que nos enseña colores nuevos, como el color magenta.
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Evita hablar de exámenes, deberes y cosas de esas. Los niños no son tontos y nos escuchan incluso cuando no hablamos con ellos. ¿Examen? Quizás hablas de una “actividad chula” que nos dan puntos si vamos superando pruebas. ¿Deberes? Me refiero a esos juegos en los que podemos sentarnos la familia y aprender los cuatro juntos.
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Aprovecha durante el verano para hacer dibujos, podemos enseñarles a hacer caligramas (dibujos formados con letras y palabras), podemos hacer dibujos a base de puntitos (puntillismo) o simplemente colocar un papel cebolla sobre una foto de algo que le guste y colorearlo a base de letras. Este tipo de juegos ayudan a que esté sentado, aumentan su tiempo de atención, y ayudan a generar una dinámica propicia para la primaria.
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Demos más responsabilidad a nuestro hijo. En Primaria va a tener que ir asumiendo responsabilidades, y quizás deba implicarse más en la recogida de sus cosas, empezar a hacerse la cama, ayudar a doblar la ropa, etc. Son aspectos en los que podemos ir buscando su ayuda, y los padres debemos asumir que lo que a nosotros solos nos cuesta 5 minutos ahora será un cuarto de hora, pero es algo que debemos hacer. El tiempo invertido hoy es tiempo ganado mañana.
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Juega, juega y juega con tu hijo/a, pero juega a hacer sumas mentales, a sumar dos números de la matrícula del coche de delante, o juega a medir distancias, como una portería. Juega a descubrir el volumen de agua que ocupa un juguete suyo (llena un recipiente de agua al máximo, introduce el juguete y el agua desbordada la recoges, esa cantidad de agua es “el espacio que ocupa su juguete” o volumen, según lo llaman en Primaria). Te recomiendo el canal de expcaseros donde seguro tienes mil actividades.
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Haz deporte, practica algún deporte con tu hijo o hija. El deporte, además de ser sano, enseña valores fundamentales como el compañerismo, el esfuerzo, la resiliencia, y además enseña a aceptar la derrota.
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Práctica juegos de mesa, la oca, parchís, etc. Ya que van a ayudarle a estar sentado más tiempo, a esperar el momento en el que le toca participar (¿recuerdas eso de levantar la mano y esperar tu turno?, como en el parchís, te toca esperar), y le van a enseñar que no siempre se gana.
Vale Fran, todo eso está muy bien, pero…
¿Los profes no pueden también ayudar?
Por norma general los docentes de 1° de Primaria, y los colegios en general, tienen una cosa llamada “Plan de transición” donde ellos han previsto cosas para ayudar a los niños a pasar de Infantil a Primaria. Iniciativas como visitar las aulas de los mayores, compartir patio, pasar un día con la “seño” de los mayores… Y a todo eso se suma que los docentes de Primaria intentan establecer tiempos más pausados, dejar espacios donde los niños pueden relajarse, moverse, etc.
Es importante también incidir en la comunicación familia-tutor ya que los padres necesitan ese asesoramiento sobre cómo afrontar esta nueva etapa.
El niño pasará de la etapa preoperacional de Piaget (sí, el psicólogo) a la etapa de las operaciones concretas, y esto que es algo lógico y normal para un maestro no lo es tanto para los padres. Al igual que el salto a la operaciones formales que se produce sobre los 11/12 años.
Son momentos en los que los profesores debemos ayudar a las familias y asesorar más aún si cabe en esos cambios psicológicos.
Por último, y no menos importante, habla con los profesores. Los docentes debemos ser esas personas cercanas que ayudamos a los padres. Si tienes dudas, si te preocupa algo, habla con el tutor o tutora de tu hijo. Explícale tus inquietudes y pídele ayuda. Todos los maestros fuimos niños, todos los padres fuimos hijos, y desde las cosas que nos unen podemos siempre encontrar caminos que nos lleven a superar cambios de etapa educativa o en cualquier otro aspecto.
¿Que os ha parecido? ¿En el cole de vuestros hijos cómo se hace este paso entre infantil y primaria? De momento, mientras ese momento llega, nos queda todo un verano por delante para empezar a poner en práctica muchos de los consejos que nos ha dado Fran… empezamos pronto con los “deberes de vacaciones”, jajajaja… ¡Ánimo que seguro que empezarán esta nueva etapa con mucha ilusión!
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