Como padres tenemos clarísimo que queremos a nuestros hijos más que a nada en el mundo, pero ¿llegamos a preguntarnos si realmente ellos se quieren así mismos?
Yo me lo pregunto a diario, observo a mis hijos, cada uno a su nivel, sobre todo vigilo muy de cerca a mi hija mayor que ya está en modo preadolescente y es justo una de las etapas donde la autoestima suele tener más altibajos, ya se sabe, las dudas, las comparaciones, los cambios físicos… aunque tampoco pierdo de ojo al pequeño, pero de momento parece que se acepta bien así mismo, y es que la autoestima juega un papel clave en el desarrollo emocional de nuestros hijos.
Consciente de ello, he pensado muchas veces en cómo puedo ayudarlos a fortalecer su autoestima y para ello me he buscado un buen asesor como Óscar González, profesor de Educación Primaria, escritor, asesor educativo y conferenciante que, a continuación, nos explica en qué consiste la autoestima, lo importante que es para nuestros hijos y, además, nos ofrece 10 sencillas claves para ayudarnos a educar a nuestros hijos para que crezcan con una sana autoestima.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos. En esencia es el grado de satisfacción que poseemos con nuestra persona a todos los niveles: personal, social, laboral, sexual, etc. Se trata de una de las claves esenciales del bienestar emocional. Es algo que se aprende y que podemos mejorar a lo largo de nuestras vidas.
La autoestima de los niños viene muy determinada por los mensajes que reciben de su entorno más próximo (padres, maestros, compañeros, etc.). Para ellos tal como les juzguemos o “etiquetemos” así creerán que son (autoconcepto). De ahí la importancia y la necesidad de que realicemos una valoración lo más justa y objetiva posible desde que son pequeños. De nada sirve que exaltemos cualquier cualidad o logro de nuestros hijos si realmente no lo poseen: crearemos falsas expectativas que conducen a la frustración. Ante todo hemos de adecuar nuestras expectativas a la realidad de lo posible.
El concepto de autoestima se irá desarrollando y variando durante toda la vida y en cada etapa evolutiva del niño requerirá de unas necesidades específicas para la construcción de su personalidad. Si la educación de nuestros hijos la basamos únicamente en castigos, críticas y llamadas de atención solo destacaremos lo negativo y, por tanto, acentuaremos una baja autoestima con las consecuencias que esto puede llegar a tener: negativismo, sentimiento de culpa, comparación continua con los demás, pasividad, sentimiento de inferioridad…
¿Cómo puedo educar a mi hijo para que crezca con una sana autoestima?
Aquí tienes 10 sencillas claves que te ayudarán:
1. Quiere a tu hijo y acéptalo por lo que es. Hay padres tan preocupados por los éxitos que esperan de sus hijos que no valoran su presente. Los hijos no son una extensión nuestra, no proyectemos en ellos nuestros fracasos o carencias.
2. Refuerza lo positivo de tu hijo, destaca sus cualidades. Interésate por sus sentimientos y bienestar emocional. Enfocándonos en lo negativo fomentamos el fracaso, enfocándonos en lo positivo abrimos la puerta a la oportunidad de mejorar y crecer.
3. Evita al máximo las etiquetas y las comparaciones.
4. Muéstrale que los errores son una parte del aprendizaje y nos ayudan a aprender y mejorar. Hay padres que no dejan que sus hijos se equivoquen porque tampoco toleran sus propios errores. Debemos recordarle a nuestro hijo que “el único fracaso es no haberlo intentado”.
5. Concédele deberes y responsabilidades adaptadas a su edad. El niño necesita responsabilidades acordes a su edad para ir adquiriendo una mayor autonomía. No se lo podemos hacer todo. Valora y reconoce su esfuerzo, no te enfoques únicamente en el resultado final.
6. Permítele que tome decisiones adecuadas a su edad. Pequeñas decisiones que en el futuro serán grandes decisiones. Si ahora no le concedemos esa oportunidad cuando crezca se mostrará inseguro y sin saber de qué manera actuar ante los desafíos que se le presentan.
7. Evita generalizaciones del tipo “todo lo haces mal” o “no vales para nada”.
8. Pasa tiempo con tu hijo. Si tienes varios hijos, dedica tiempo a solas con cada uno de ellos.
9. Dedícale tu atención. No pretendas suplir tu falta de tiempo o atención con cosas materiales. A la larga pasa factura…
10. Muéstrale lo orgulloso que estás de él y hazlo sentir importante. Valora sus trabajos, dibujos, manualidades, etc. No te olvides decirle más a menudo algo sencillo pero muy poderoso: “Me siento orgulloso de ti”.
¿Que te ha parecido? Como todo en la educación de los hijos el truco se basa en el sentido común, en dedicarles tiempo… y también en cómo les “miramos”, como bien explica Álex Rovira en el siguiente video titulado “Por qué es tan importante cómo miras a tu hijo” (haz clic en la imagen).
En él, Álex Rovira nos explica la importancia de lo que en psicología se llama `la mirada apreciativa´, es decir, aquella forma de mirar que tiene la capacidad de transformar, empoderar a los demás y “darles alas”. Rovira insiste en la importancia de que esta mirada se aplique tanto en la escuela como en la familia y reflexiona sobre cómo nuestra forma de ver a los demás puede condicionar sus posibilidades de crecimiento y realización; y nos anima a liberarnos tanto de falsas ideas negativas sobre nosotros mismos, como de falsos prejuicios sobre los demás.
“trata a un ser humano como es, y seguirá siendo lo que es; pero trátalo como puede llegar a ser, y se convertirá en lo que está destinado a ser” – Goethe
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2 Comentarios
¡Muy bueno este post, Elisa!
Y ¡qué importante es saber asentar las bases del bienestar emocional en la pre adolescencia! Luego hay casos en los que los niños se convierten en adultos y no saben dónde meter algunas emociones…
Me ha parecido bastante útil las claves de las que has hablado y muy buena esa explicación sobre el auto concepto.
¡¡¡Gracias!!!
Gracias Júlia! 🙂