Hace unos días, haciendo el cambio de ropa de armario de mis hijos, descubrí que aún guardaba dentro cosas de cuando mi peque era bebé y de eso ya han pasado 5 años, así que pensé que necesitaba liberar espacio y que no le vendría mal hacer un poco de limpieza.
Lo malo de hacer limpieza de las cosas de cuando nuestros hijos eran bebés, ¡es que todo te da pena tirarlo! ¿Os pasa lo mismo? Seguro que si… yo he donado o regalado muchas cosas, pero algunas me gusta conservarlas en alguna caja especial, como si fuera una cápsula del tiempo, con unos pocos objetos y algunas prendas que me traen bonitos recuerdos, como su primera ropita, su cepillito suave para el pelo, el primer arrullo con el que les tapamos o incluso el aceite corporal de mis hijos con el que les hacíamos los masajes después del baño, sobre todo por el olor… para mí los olores, junto con la música, son dos métodos infalibles que consiguen transportarme a una época o recuerdo en concreto, incluso acordarme de una persona…
Ahora que lo pienso, nunca he hablado del masaje para bebés en el blog… Lo cierto es que ya ha pasado tiempo desde los últimos que les hicimos a nuestros hijos, aunque la técnica sigue siendo la misma, de hecho, el experto en masajes para los cólicos era mi marido. Ponía a nuestros hijos boca abajo sobre su antebrazo con las piernecitas colgando y con la mano les daba masajes circulares en la barriguita… algo así como en esta foto en la que aparece con mi hija con apenas 5 días de vida, ¡ay… se nos hace mayor! No os digo que fuera algo infalible, pero al menos se calmaban muchísimo más.
El brazo de papá era la mecedora perfecta… ¡cuantos paseos dio ese brazo! Jajaja…
Eso sí, la que casi siempre hacía los masajes después del baño era yo. Solía hacerlos con aceite de caléndula, que siempre ha sido el aceite corporal de mis hijos (y el mío también, jajaja…). Al principio lo compraba en la farmacia en botes a granel, pero como no siempre lo podía encontrar en cualquier farmacia, al final me pasé a uno de Weleda, una marca muy conocida por sus productos 100% naturales y BIO y que siempre la puedes encontrar en farmacias, parafarmacias o herboristerías, seguro que la conocéis de sobra. De todos modos, podéis utilizar el aceite que más os guste o la crema hidratante que le vaya mejor a vuestros hijos, porque hay bebés que necesitan cremas especiales, por ejemplo, cuando tienen dermatitis atópica, aunque el aceite de caléndula tengo entendido que, precisamente, es perfecto para estos casos ya que es un producto natural que reduce la inflamación y tiene propiedades regeneradoras, calmantes y protectoras, de hecho yo lo utilizaba también para las grietas del pezón, da fe esta foto de nuestra primera noche en casa con nuestra pequeña hace ya mas de 10 años:
Ese botecito blanco era aceite de caléndula comprado en la farmacia
Bueno, ahora que sabéis que podéis utilizar el aceite de caléndula para la piel de vuestros bebés, voy a intentar explicaros un poco cómo hacer un masaje para el bebé o, al menos, cómo solía hacerlo yo a mis hijos:
- TIEMPO DE RELAX: Lo primero de todo es escoger un momento del día en el cual sepamos que no tenemos prisa por ir a otro sitio o hacer otras tareas urgentes, es decir, saber que vamos a poder tomarnos ese momento con relax, porque calma y tranquilidad es lo que tenemos que transmitir a nuestro bebé. De nada sirve un masaje si estamos estresados o agobiados por algo, los bebés lo perciben todo y si lo que pretendemos es que se relaje y no lo estamos nosotros, lo mejor es dejarlo para otro momento. Lo mismo que el estado en el que se encuentre el bebé, no va a servir de nada si el bebé tiene hambre o está molesto por algo, el bebé también tiene que estar receptivo y sin preocupaciones, sin otros estímulos o necesidades más acuciantes para recibir el masaje.
- CONEXIÓN: No debemos olvidar que es un momento de conexión con nuestro bebé, porque al igual que él o ella se relaja, nosotros también deberíamos hacerlo. De hecho, el contacto y las caricias que realiza una madre a su bebé favorecen que la madre segregue prolactina, también conocida como “hormona materna” que interviene en la producción de leche materna y en la capacidad de relajación.
- CONFORT: por supuesto, es aconsejable que donde vayamos a realizar el masaje a nuestro bebé esté acondicionado para no pasar ni frío ni calor, ya que tiene que estar desnudito/a, así que intentemos que la estancia esté a una temperatura agradable. Sin duda, el momento ideal sería después del baño, aprovechando que estamos secando al bebé, así en el momento de ponerle la crema o aceite corporal para hidratar su piel, podemos acompañarlo con un masaje relajante.
- MASAJE: una vez todo listo y con todo lo que vamos a necesitar para el masaje a mano, echamos una cantidad generosa de crema o aceite corporal sobre nuestras manos para que el producto se temple un poco antes de aplicarlo sobre la piel del bebé. Empezamos con toques suaves para que se vaya acostumbrando a la sensación de nuestras caricias y luego ya vamos extendiendo nuestras manos con movimientos específicos como los que os muestra este vídeo:
Video tutorial de Guia Infantil
- “I LOVE YOU”: Solo añadiría al vídeo la técnica conocida como “I love you” (“te quiero” en inglés) que es una expresión nemotécnica para acordarnos del movimiento que tenemos que hacer y que es similar a las iniciales de cada palabra, como os explico a continuación y podéis ver en la imagen. Con esta técnica ayudamos a prevenir los cólicos del lactante y también prevenimos los posibles problemas de estreñimiento del bebé:
Figura 1: “I” con la mano derecha, acariciamos la parte izquierda del bebé (nuestra derecha) en un movimiento único y hacia abajo, como si escribiéramos una “I”.
Figura 2: “Love” sería como dibujar con la mano una “L” invertida que vaya de nuestra izquierda a nuestra derecha.
Figura 3: “You” sería como dibujar con nuestra mano una “U” invertida que vaya de nuestra izquierda a nuestra derecha.
Ya veréis como a base de práctica al final os saldrán todos los movimientos de masaje sin daros cuenta, pero tampoco es que haga falta hacerlos exactamente de la misma manera, sólo son los movimientos más habituales al hacerles los masajes a los bebés, en realidad, cualquier tipo de caricia ya va a ser ya una experiencia relajante para ambos. No olvidemos mantener el contacto visual y hablar con nuestro bebé para que se sienta tranquilo y seguro mientras le realizamos el masaje.
Es una preciosa rutina que no hay por qué dejar de lado incluso cuando nuestros hijos se hacen más mayores. Yo juego muchas veces con mis hijos a “hacer un spa” y lo mejor es que ahora me hacen los masajes ellos a mi, jajaja… Atenuamos luces, ponemos música relajante, encendemos una barrita de incienso, cogemos nuestro aceite de caléndula de siempre y la libreta donde mi hija escribe todos los “nuevos tratamientos” del día en nuestro spa particular…
No os podéis imaginar lo bien que lo hacen los dos y lo que disfruto de ese momento con ellos. Sin duda, una de las mejores formas de acabar un día y sentir su amor a través de sus suaves manitas llenas de ternura, transmitiéndome así, de vuelta, incluso sin ser conscientes de ello, todo el cariño que yo les dí con mis caricias cuando eran bebés… bueno, aunque eso nunca he dejado de hacerlo…. para nosotros siempre serán nuestros bebés, ¿verdad?
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2 Comentarios
Chulísimo el post! Yo estoy a punto de ser mamá y la verdad es que cada día aprendo cosas nuevas en tu blog 🙂 Me ha parecido super interesante lo de la técnica del “I love you” y ya he marcado el vídeo en favoritos. Gracias!
Gracias a ti por leerlo! Me encanta que e haya sido útil!! Por es la expliqué, porque me parecía una técnica esencial que falta en el video. Ya me dices si te sirve!