¿Qué levante la mano quien no tira de tele, dibujos, tablets, You Tube o videojuegos para tener un momentito, solo un momentito de paz? Yo la levanto la primera… qué queréis que os diga.
Es un hecho que los niños del siglo XXI han nacido con una tablet debajo del brazo en vez de con un pan. Nos maravillamos ante la destreza de esos “deditos” que tocan aquí y allá sobre una pantalla táctil con la facilidad de un pianista avezado ejecutando una pieza. Es difícil escapar de este mundo mediático en el que vivimos y claramente ha venido para quedarse, pero tenemos que estar atentos a los “daños colaterales” que nos provoca y atajarlos cuanto antes.
La cuestión es que, aparte del problema del contenido y la cantidad de tiempo al que están expuestos, este tipo de sobreexposición a las pantallas les está generando una pérdida de discriminación auditiva. ¿Alguna vez os habéis preguntado el porqué de la habilidad que tienen ahora los niños en todos los juegos de atención visual? ¿Y qué pasa con la audición y el lenguaje? ¿No es cierto que cada vez más niños se derivan al logopeda por una falta de habilidad lingüística o de estructura en las frases o conversaciones? O también, ¿por qué parece que no entienden las órdenes que les damos cuando son un poco mas complejas? Quizás pensamos que, simplemente, nos están desobedeciendo, adrede, seguramente por esa rebeldía intrínseca que acompaña a la época de las rabietas, pero ¿no será porque realmente han perdido parte del mensaje por el camino?
Descartando los casos claros de retrasos del lenguaje por alguna patología o trastorno del niño, a veces el origen de este retraso es tan sencillo como esa sobreexposición a todo lo visual. Si, la tele, Internet, los videojuegos… todo tiene sonido, música y relato, pero ¿y la parte interactiva? ¿y la conversación? Como os comentaba en el post sobre abusos de las redes sociales, todo son “inputs” que nos dejan como en una burbuja, casi anestesiados, en la que la interacción y la conversación quedan casi anuladas.
Para intentar mejorar esta situación y estimular la discriminación auditiva de nuestros hijos, hoy os traigo a nuestra logopeda de referencia, Esther Aguilar, que nos va a recomendar una serie de ejercicios muy útiles y fáciles de hacer con nuestros hijos… y, evidentemente, ¡sin pantallas de por medio!
Actualmente, el uso de las nuevas tecnologías está a la orden del día, pero tienen su lado positivo y negativo. Como positivo, podemos destacar que es un recurso muy útil para ciertas situaciones, como por ejemplo, en una sala de espera, o durante un viaje, sin embargo, como aspecto negativo encontramos el mal uso que se hace en algunas ocasiones de ellas, ya que la mayoría de las veces se usan para mantener entretenidos a los niños/as sin buscar un fin concreto, lo que conlleva que estén centrados únicamente en la parte visual, ignorando por completo la audición, y es justo por medio de la audición por donde las personas normoyentes obtenemos el 80% del lenguaje, ya que el otro 20% se encarga la parte visual.
¿Qué es la discriminación auditiva?
Con discriminación auditiva nos referimos en todo momento al lenguaje, a la capacidad de poder identificar la lengua oral y el resto de unidades que la compone, es decir, la fonética (los sonidos de la lengua) y la fonológica (los fonemas, sonidos vocálicos y consonánticos).
A menudo se confunde con la atención auditiva, pero no es lo mismo. Cuando hablamos de atención auditiva nos referimos a poder quitar los sonidos. Por ejemplo, las personas que viven en la ciudad escuchan continuamente el ruido del tráfico urbano, pero a la hora de dormir no, les pasa desapercibido, si no se está pendiente no se escucha. Sin embargo, las personas que viven en un pueblo en medio del campo, si vienen a la ciudad y sí o sí escucha el ruido del tráfico, y esa condición es lo que hace referencia a la atención auditiva.
¿Podemos realizar juegos para hacer un buen uso de nuestra vía auditiva?
La respuesta es sí, pero, no es aconsejable realizarlos mediante el uso de las nuevas tecnologías, ya que la mayoría de las aplicaciones no tienen un buen sistema de discriminación auditiva, a no ser, que sean programas realizados con Sistemas Aumentativos o Alternativos de Comunicación, los cuales, se utilizan para mejorar la calidad de la comunicación en personas con dificultades para poder comunicarse.
Entonces, ¿es posible realizar juegos para fomentar la discriminación auditiva sin utilizar las nuevas tecnologías?
De nuevo, la respuesta es sí, y a continuación os propongo una serie de juegos de discriminación auditiva:
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Para lo más pequeños, podemos emitir los sonidos de los animales, o de los medios de transporte, y que los identifiquen. También, lo podemos realizar mientras damos un paseo, nos vamos de viaje, o bien podemos hacer una libreta con pegatinas de animales, medios de transporte y otros objetos que emitan sonido, de esta forma, la podemos llevar siempre encima y sacarla en esos momentos de esperas largas, así, conseguimos una buena asociación de sonido-objeto.
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Un clásico que favorece también la discriminación auditiva es el uso de canciones, refranes y trabalenguas.
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Dar órdenes sencillas sin apoyo visual y pasar a órdenes más complejas pidiendo de 3 a 4 acciones en una sola orden. De esta forma, también estamos también trabajando la discriminación auditiva. Como consejo, en caso de que se pierdan en la ejecución de esas órdenes, es bueno apoyarlas de forma visual con gestos hacia el objeto al que se haya hecho referencia para que realice la acción. A continuación, podemos invertir los roles, para que sean ellos quienes nos den la orden y nosotros quienes las llevamos a cabo.
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Otra actividad a realizar, es pedir que nos cuente un cuento que ya se sepa, pero sin el apoyo visual de las ilustraciones del cuento.
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Por último, pero no menos importante, realizar juegos de discriminación fonética, es decir, crear listas de palabras que solo cambien un fonema (por ejemplo: bota/boca), y decirlo tapándonos la boca, de esta forma, tiene que cerciorarse de que dos palabras se han dicho, y a continuación realizar una frase con cada una de ellas.
¿Qué os han parecido? ¿Verdad que son fáciles de realizar y al alcance de todas las familias? Es lo que tiene hacer las cosas sin las nuevas tecnologías, jajaja… pero, todos sabemos que, al final, la tele, la tablet, Internet y los videojuegos van a estar ahí en algún momento, así que, mi recomendación personal, es que aparte de dosificar su tiempo frente a las pantallas y controlar su contenido, también debemos de acompañarlos durante su visualización para poder comentar, en la medida de nuestras posibilidades, lo que están viendo.
Somos seres sociales, nuestra identidad de basa en la capacidad de comunicarnos, así que procuremos no perdernos nunca el regalo de una bonita conversación cara a cara con nuestros hijos…
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