No podía acabar esta mini guía sobre turismo familiar con niños en la provincia de León sin recomendaros una de las rutas más impresionantes de esta región y de España: La Ruta del Cares, que se encuentra dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa y es Reserva de la Biosfera desde 2003 por la UNESCO.
He de confesar que no he hecho esta ruta con niños, solo la he hecho una vez y fue hace casi 15 años, en compañía de Planeta Papi, y en aquel entonces aun no éramos papis, ¡ni si quiera estábamos casados todavía! jajaja… Ya sabéis que vamos frecuentemente a León pero esta ruta, como está en un punto más distante desde la ciudad de León, y tampoco es que sea la mas apta para niños, la hemos ido postergando hasta estar seguros de que podamos volver a recorrerla sin que haya peligro para los niños y, sobre todo, para que con cierta edad ya supieran apreciar el increíble paisaje que nos brinda la garganta del Cares en su paso a través del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Por eso, parte de la información de este post y las fotografías las he tomado prestadas de diferentes fuentes (ver al pie del post) y, sobre todo, he recabado consejos de familiares que la han hecho muchas veces hasta que pueda aportar mi experiencia propia con niños; aparte de que cuando fuimos nosotros no teníamos ni cámara digital, jajaja… madre mía, cómo ha evolucionado todo en 15 años, ¿verdad? Aun así, guardo gratos recuerdos de aquella excursión porque fue la última que pude hacer con mi padre, un asturiano apasionado de la naturaleza y la geografía. Casi todo lo que conozco del norte de España es gracias a él, ya que nunca le entraba pereza por coger el coche y llevarnos a todos los rincones maravillosos que él conocía de estas tierras… Él me transmitió tu su pasión por los mapas, por conocer sitios nuevos y, sobre todo, el placer de poder enseñárselos a los demás, como estoy ahora haciendo con vosotros…¡gracias Papá!
Mi padre, mi madre y mi futuro marido alucinando con el paisaje en el Mirador del Tombo
La Ruta del Cares está a unos 140kms de León y podemos llegar a ella desde distintos puntos, incluso desde Asturias, y es que esta ruta se inicia en León y acaba en Asturias, o viceversa, pero luego os lo cuento mejor. Lo habitual partiendo desde León, es tomar la CL-624 en dirección a Boñar, y luego seguir hacia Riaño por N-621, llegando a Posada de Valdeón y, finalmente, hasta Caín, donde ya no se puede seguir en coche y comienza la ruta como tal.
Maravilloso paisaje de la Montaña de Riaño y su embalse
El viaje nos llevará unas dos horas más o menos, pero sin duda, las vistas al pasar por el embalse encajado en la Montaña de Riaño, son una maravilla, como también lo es el impresionante paisaje que nos aguarda una vez pasado el embalse, y es que no hay que olvidar que nos estamos adentrando en el Parque Natural de los Picos de Europa. Una vez pasado el embalse, nuestro siguiente punto de referencia es la localidad de Posada de Valdeón, donde os aconsejo parar para almorzar, estirar un poco las piernas y coger fuerzas para la aventura que os espera, por ejemplo en el restaurante del Hostal Abascal con desayunos desde las 7 a.m y donde podéis hacer noche si volvéis muy cansados de la ruta como para volver en el mismo día a vuestro punto de origen.
Una vez pasado Posada de Valdeón, no podéis perderos la visita al “Mirador del Tombo” cerca del pueblo de Cordiñanes, donde podemos contemplar tanto el Macizo Central de los Picos de Europa, como el precioso valle entre Valdeón y Caín. Este es uno de los “momento foto” imprescindibles de esta ruta, sobre todo para que seáis conscientes de por dónde vais a pasar luego.
No me digais que no merece la pena subir al Mirador del Tombo (imagen: La mochila de Marco Polo)
Después, cogeremos el coche durante unos 9kms más ya en dirección a Caín, por una carretera que yo recuerdo bastante estrechita, de estas que como te cruces con otro coche te toca parar pero que, afortunadamente, en la actualidad se ha mejorado mucho (la carretera) y es mas fácil de transitar gracias a los apartaderos y voladizos habilitados para poder dejar pasar a algún coche que venga en dirección contraria, así como los quitamiedos que podemos encontrar por todo el recorrido, lo cual es de agradecer porque recuerdo esa carretera con el ataque de ansiedad que daba pasar con el coche tan cerca del precipicio… ya sabéis que yo las alturas las llevo bastante mal.
Una vez aparcado el coche en Caín, llega el momento de iniciar nuestra ruta de senderismo. La ruta tiene un recorrido completo de 12kms (sólo ida) hasta la localidad asturiana de Poncebos y claro, ir y volver es, a mi entender, una ruta para gente acostumbrada a hacer senderismo de larga distancia y por supuesto, sin niños. Así que, antes de nada, os dejo algunos consejos generales sobre cómo realizar la ruta:
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Id con otro grupo a hacer la ruta y que cada uno la comience desde un extremo: unos la empiezan por Caín y otros por Poncebos y, a mitad del camino cuando os encontréis, intercambiad las llaves del coche para poder regresar luego a vuestro punto de origen. Eso sí, a los que os toque ir desde Poncebos os recuerdo que los primeros 2kms son algo duros por la pendiente que tiene la ruta a esa altura, luego ya se suaviza hasta Caín.
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Podéis contratar un servicio de transporte para que os recojan en Poncebos y al acabar la ruta os traigan de regreso a Caín. Hay varias empresas que se dedican a dar este servicio, además de proporcionar un servicio de guía para toda la ruta.
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También podéis hacer la ruta hasta una distancia que consideréis apropiada y volver sobre vuestros pasos. Para mi esta es la opción más recomendable si vais con niños. De hecho, como mucho os recomendaría llegar hasta el Puente de Bolín que está a unos 2km desde Caín y os aseguro que habréis conseguido ver la parte más espectacular de la ruta.
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La mejor época para recorrer la Ruta del Cares es en primavera o en otoño. En verano, aparte de que hay muchísimos mas turistas, si os sale un día soleado l puede hacer bastante calor, debido a la altitud de la ruta y a que apenas hay sombra ni fuentes de agua potable durante el recorrido, por lo que no os olvidéis de llevar gorra, protección solar, agua para todo el recorrido y un calzado apto para senderismo.
Consejos generales para hacer la ruta con niños:
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La edad mínima recomendable de los niños para poder hacer la ruta depende más bien de cómo sean vuestros hijos, por poner una edad os diría que, a partir de 6 años, aunque hay quien la recomienda a partir de 12 años.
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Hay que tener en cuenta que es una ruta con precipicios bastante altos en algunos puntos y sólo hay barreras de seguridad en el primer tramo, (más o menos antes de llegar al Puente de los Rebecos) que, precisamente, no es el tramo que más alto está. Así que, valorad vosotros mismos la capacidad de poder hacer la ruta con vuestros hijos sin riesgos.
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Los niños siempre han de recorrer la ruta de la mano de un adulto y por la cara interna de la ruta. En verano suele haber mucha afluencia de visitantes, así que hay que tomárselo con calma y si nos cruzamos con otras personas, tenemos que pararnos junto a la pared hasta que veamos que podemos seguir caminando con los niños con seguridad.
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Si tenéis vértigo quizás esta no sea vuestra ruta. Yo, como ya os conté en el post de la Ruta de los puentes colgantes de Chulilla, lo paso mal con las alturas, aunque el caso es que no recuerdo haber tenido vértigo haciendo esta ruta, pero claro, fue hace 15 años, y, entonces era más incauta o realmente tengo vértigo ajeno y, a cada paso que doy, veo a mis hijos caerse por el precipicio de un traspiés, sobre todo el pequeño, que es más inquieto, por eso, aún no hemos ido a hacer esta ruta con ellos.
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Tampoco es una ruta apta para carritos ni personas con movilidad reducida, porque entre que el camino es estrecho, el precipicio y la afluencia de gente en uno y otro sentido sería imposible desplazarse, lo mismo que con las bicicletas, que están prohibidas en toda la ruta. Como siempre, si vais con niños muy pequeños, lo mejor que podéis llevar es la mochila portabebés.
Pincha aqui para interactuar con el mapa
Bien, una vez aclarados estos puntos, vamos a la recomendación de la ruta que vemos más adecuada para ir con niños que, en realidad, es la hicimos nosotros en su día, más que nada porque es el tramo más espectacular de la ruta y el más habitual si no se quiere recorrer por completo que, en este caso sería el tramo que parte desde Caín y llega hasta el Puente de Bolín, en total unos 4kms entre ida y vuelta, más que aceptable para ir con niños, aunque si aún queréis hacerla un poco más corta, con llegar al Puente de los Rebecos ya habréis alucinado bastante con el paisaje de la garganta del Cares.
El pequeño pueblo de Caín y el río Cares a la derecha, por donde comienza la ruta.
Una vez ya hayáis llegado a Caín y tras aparcar, es cuestión de seguir caminando hacia la montaña dejando atrás las casas, cruzando el río por el Puente de los Pinteros hasta el inicio de la ruta que está a la altura de una pequeña presa, la cual cruzaremos por una pasarela y comenzaremos la ruta por el tramo donde están los túneles excavados en la montaña.
Este tramo sí que está todo vallado, aunque es precisamente es el que menos altura tiene. Esta es la parte más divertida para los niños, que incluso pueden llevar una pequeña linterna para jugar a ser exploradores. Sin duda es la parte más bonita y espectacular de la ruta, con las mini cascadas, el musgo que adorna las paredes gracias a la humedad y el poder echar una mirada al cielo para comprobar el sitio tan imponente por el que estamos cruzando, Y por supuesto, con el rio Cares acompañando nuestro camino, el cual iremos perdiendo de vista a medida que la ruta vaya ganando altura. Sí que os aconsejo que tengáis cuidado con los posibles resbalones porque el suelo puede estar algo húmedo y que sepáis que, a los que seáis más altos, os tocará agacharos un poco al pasar por los túneles.
Los túneles de la ruta excavados en la roca… y la maravilla del paisaje de la garganta del Cares
Lo más bonito es ver como caen las cascadas a nuestro paso.. un regalo para los sentidos
Una vez superados los túneles, ya no tendremos el vallado de protección y además el camino irá ganando en altura, lo mismo que el precipicio, así que nos tocará extremar la precaución si vamos con niños.
Recorrido aproximadamente 1 km desde la primera zona de túneles alcanzaremos uno de los hitos de la Ruta, el Puente de los Rebecos. Un puente de estructura metálica que nos permite cruzar una vez más la garganta en uno de los puntos más estrechos y verticales de todo su recorrido. Junto al puente, antes de cruzarlo, encontraremos una pequeña zona llana protegida por una gran oquedad, conocida como La Cuevona, donde podremos descansar un poco ya que es una zona más espaciosa a diferencia del camino del que venimos.
El Puente de los Rebecos… ¡esto ya se pone serio para los que tenemos vértigo, ufff!
El puente de los Rebecos desde la distancia… menudo paisaje, ¿verdad? (foto de María Álvarez)
Tras cruzar el Puente de los Rebecos la garganta se estrecha de nuevo. Un enorme tajo en la montaña en el que iremos avanzando por el camino esculpido en la pared y donde de nuevo deberemos prestar en todo momento atención a los más pequeños. Enseguida llegaremos a una nueva pasarela más pequeña que la anterior, el Puente de Bolín, que marca un nuevo hito a partir del cual la garganta poco a poco va abriéndose más y más. Es en este punto, una vez recorrida la parte más espectacular de la ruta es donde os recomendamos dar la vuelta y volver a Caín, así el recorrido circular habrá sido de unos 4kms, los más bonitos, a mi entender, de toda la ruta, y más que suficientes para ir con niños.
Puente de Bolín (imagen del blog Pindio)
Luego, una vez de regreso a Caín, por supuesto, toca descansar y reponer fuerzas, así que os recomendamos comer en el Hostal Casa Cuevas o en el restaurante La Ruta o, si lleváis picnic, en cualquier pradera de las que rodean el precioso pueblo de Caín, mientras contempláis a la vez, el maravilloso paraje donde os encontráis y del que estoy segura que nunca os olvidaréis.
La Ruta del Cares a vista de dron
Y si queréis ver un vídeo de todo el recorrido al completo realizado por una familia con niños, no os perdais el siguiente vídeo… ¡menudos valientes! Yo he sufrido viéndolo, jajaja…
Espero que os haya gustado el post y os animéis a hacer la Ruta del Cares en breve… ¿verdad que es una pasada?
Dedicado a mi padre…
Agradecimiento especial a María Álvarez y a José Enrique Pérez por su ayuda e información sobre la Ruta del Cares.
Fuentes:
https://www.larutadelcares.com
Imagenes: free commons
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2 Comentarios
Que recuerdos ver las imágenes! Hemos hecho la ruta cuando sólo éramos dos. Gracias por tu entrada porque nos animaremos a hacerla en familia!
Siii, sólo hay que tener mucho cuidado con los peques, siempre en la cara interna del camino y nada de selfies y distracciones porque es fácil caerse y podría ser fatal. Nosotros este año la hemos hecho con mi hija de 10 años y mi hijo de 5 años, y sin problema, eso si, solo hasta el pueste del Bolín. Luego volvimos de nuevo a Caín y comimos en el restaurante que recomiendo y super bien con un menú de 12eu, y ya habéis hecho el día.