“Mama, algunos chicos de clase dicen que son zapatillas de chicas”
Es la frase que me dijo mi hijo de casi 5 años a su regreso del colegio después de haber estrenado sus zapatillas nuevas de deporte. Y el caso es que yo misma me esperaba esa “frasecita” de marras…
Realmente, el cartel de las especificaciones de las zapatillas de la tienda donde las compramos sólo decía “calzado infantil”, no especificaba si eran zapatillas de niña o de niño (como debería ser en todas las tiendas de ropa y calzado infantil), así que nosotros mismos animamos a nuestro hijo a que las tuviera en cuenta como una opción más a elegir. Finalmente, mi hijo había elegido las zapatillas que más le gustaron y si, tienen un detalle mínimo de color rosa pálido, pero son azules y blancas en su mayoría…
En aquel momento, pensé que lo más importante era que las zapatillas fuesen cómodas y ligeras, que todo lo demás son solo colores, que el rosa es un color muy bonito y en esta casa no hacemos distinciones de colores de ningún tipo… pero en mi fuero interno sabía que esa frase llegaría, porque sé cómo funciona este mundo, pero prefiero ir contra corriente.
Mi niño aquel día salió feliz de casa, con sus zapatillas “que corrían mucho”… pero no regresó tan contento, aunque, por suerte, esa dichosa frase no le ha condicionado para volvérselas a poner otra vez.
Vivimos en una sociedad llena de estereotipos de género que condicionan muchas de nuestras decisiones diarias y, peor aún, muchas veces sin querer, las transmitimos a nuestros hijos que, como espejos que son de nosotros mismos, adquieren los mismos patrones de comportamiento, en este caso, frente a algo tan simple como la elección de un color. Y por ahí se empieza… casi siempre somos los adultos los que, desde el minuto cero sus vidas, adjudicamos el azul para los niños y el rosa para las niñas… todo lo que vendrá detrás sólo será una acumulación de convencionalismos y estereotipos de género que sepultará por completo su igualdad y personalidad… si no hacemos nada para cambiarlo, claro.
Y no sólo pasa con el color rosa en los chicos… ¿Qué le digo a mi hija mayor cuando no encuentra una camiseta de Star Wars en la sección de ropa de chicas? Por supuesto, le digo que se la compre en la sección de chicos… ¡maldita sea! ¿Por qué todo tiene que ser de Frozen o de princesas? ¿por qué todo tiene que ser rosa en su mayoría? ¿por qué narices tienen que haber secciones de chicos y de chicas? Y esto es sólo la punta del iceberg…
Después de vivir toda esta situación y verme inundada de preguntas, algunas sin una respuesta clara, enseguida me vino a la mente Alba Alonso Feijoo y su proyecto contra los estereotipos de género “Realkiddys”, así que no dudé en ponerme en contacto con ella para ayudarme a desarrollar este post dándonos información y pautas sobre cómo actuar en estos casos tan habituales en el día a día de nuestros hijos y, en su mayoría, en el ámbito escolar.
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¿Qué es Realkiddys y que fue lo que te impulsó a crear este proyecto?
Realkiddys es un proyecto socioeducativo que busca acabar con los estereotipos de género que limitan a nuestra infancia. Mi Trabajo Fin de Máster y mi posterior Tesis Doctoral despertó en mi una necesidad de compartir con el mundo aquello que estábamos haciendo mal desde la propia infancia en cuanto a los estereotipos de género.
Algo positivo al respecto es que, la mayoría de las veces, nuestras decisiones son inconscientes, pero ello no quiere decir que vayan a tener menos consecuencias. Por eso es imprescindible ponerse las gafas Realkiddys. A partir de ahí verás de qué manera todo el mundo que rodea a nuestros peques les cuenta cada día cómo tienen que ser según su sexo o género, y no según sus personalidades únicas.
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¿Cómo les explicamos a nuestros hijos qué son los estereotipos de género y como limitan a las personas?
Esto es algo que podemos hacer desde los primeros años. Habrá que ir adecuando el vocabulario y el contenido a la edad pero el mensaje es básicamente el mismo. Yo comenzaría con algunos mantras como “no hay colores de niños o de niñas, “no hay juguetes de niños o de niñas”, “no hay gustos de niños o de niñas”. Eso no quiere decir que seamos iguales, ellos pueden ver que físicamente no lo somos. Pero más allá del físico, tenemos que hacerles entender que cada niña y cada niño es único desde su nacimiento. Limitar sus opciones por ser niño o niña no tiene sentido: “¿Ves todo lo que la gente se pierde por tener que encajar en uno u otro lado?””¿No es mejor poder elegir entre toda la tienda de juguetes, que entre solo ciertos pasillos?”
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¿Cuáles son las herramientas para que nuestros hijos puedan responder con conocimiento y educación a este tipo de comentarios llenos de estereotipos de género?
Como bien decías en la introducción de este post, cuando nuestras niñas y niños son rompedores en cuanto al género sabemos de antemano qué tipo de reacciones se van a encontrar en la sociedad. De ahí que sea imprescindible trabajar con ellos antes de que estas respuestas tengan lugar.
En primer lugar, tenemos que anticiparlas. Les podemos explicar que hay gente que piensa que a las niñas y a los niños les tienen que gustar cosas diferentes y tal vez crean que sus zapatillas, estuche o gorro es de niñas o de niños. Con esto ya tenemos medio camino andado. Saben que tal vez alguien les diga algo.
Ahora viene la siguiente fase. Tenemos que proporcionarles seguridad y autoestima a la hora de responder a ciertos comentarios. Que salgan por la puerta convencidos de que son únicos y valientes. Y por eso pueden escoger la ropa o los libros que quieran, no los que la gente dice que son correctos según su sexo. Respuestas del tipo: “a mi me gustan y eso es lo que importa”, “no hay colores de niñas o de niños”, “es una pena que solo puedas escoger los juguetes que tú consideras de niño, y yo pueda jugar con todo lo que quiera”, les pueden ayudar a tener seguridad a la hora de responder.
Sé que no es tan fácil como suena. Tal vez el primer día vengan llorando, tal vez no se atrevan y hasta es probable que no quieran volver a ponerse esa prenda. Pero recuerda que con ello les estamos dando una lección de vida, una lección de autenticidad. Y el poso que dejan aprendizajes como estos (sobre todo si son continuados en el tiempo) sale a la luz más tarde o temprano. Merece la pena, os lo aseguro.
- ¿Existe algún material de apoyo, bien sea películas, cuentos, etc… que nos ayuden a transmitir este mensaje?
Hay mucho más material del que nos pensamos. En YouTube podemos encontrar vídeos buenísimos con solo escribir “estereotipos de género”. En el canal de youtube de Realkiddys hay unos cuantos colgados muy interesantes. Verlos y comentarlos con nuestros hijos nos ayudará a todos a ser conscientes de muchos detalles. En cuanto a literatura infantil cada vez son más las autoras y autores que se deciden a dar visibilidad a estos temas. Mi primer cuento infantil “Martín es el mejor” os habla, por ejemplo, de un niño que tiene unos gustos que la sociedad considera como femeninos.
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¿Realmente la sociedad está cambiando y/o trabajando para erradicar los estereotipos de género?
Quiero pensar que sí… Pero ahora con las redes sociales se ha abierto una nueva “caja de Pandora” y de hecho, el bullying/cyberbullying de género es uno de los acosos más frecuentes en la actualidad. Comenzar con una buena educación digital y libre de estereotipos desde la infancia es fundamental. Y el mejor momento para ello es ahora mismo, da igual la edad que tengan tus hijos.
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¿Existe un compromiso real por parte de las marcas de ropa, juguetes, puericultura… para estandarizar sus artículos?
No lo creo. Lo cierto es que las marcas únicamente buscan vender. Y lamentablemente se sigue vendiendo mejor “el mundo azul y el rosa”. Esto es porque los consumidores no somos aún conscientes de lo que supone “adquirir” un único tipo de juguetes, cuentos, ropa o disfraces. A estas edades puede parecer inocuo, pero es muy raro que una niña que jamás ha jugado con un juguete de ciencias, o llevado una camiseta de dinosaurios por ejemplo, acabe queriendo ser científica. Llevamos toda la vida contándole que ese no es su mundo ¿por qué va a creer lo contrario cuando sea adolescente?
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¿Qué podemos hacer los padres y madres y resto de integrantes del ámbito familiar de los niños para mejorar esta situación?
Formarnos es fundamental. Leer sobre estos temas, reflexionar sobre nuestras propias actuaciones y ser activistas. No vale con lo que tú creas, la tribu es la que educa. Así que la próxima vez que escuches un comentario inadecuado del tipo “¿qué haces con el collar de tu hermana? ¡Si es de niña!” no te calles, intervén. Eso sí, siempre de manera educada (aunque te apetezca todo lo contrario)
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Muchas de estas situaciones se dan en los colegios y a edades muy tempranas, como maestra de un colegio de educación infantil y primaria que eres, ¿Cuáles son las acciones o proyectos que deberían de trabajarse ya desde las aulas de infantil para erradicar estos estereotipos?
En los colegios me consta que esta temática cada vez se trabaja más y que el profesorado está dando un gran cambio. Pero, en realidad, esto es algo que tenemos tan interiorizado, que se nos escapan muchos detalles sin darnos cuenta. Este tipo de educación más diversa, tolerante y para nada estereotipada tiene que ser transversal. No es suficiente con talleres el 25 de noviembre, en el Día de contra la Violencia de Género. Es algo que tenemos que trabajar todos los días a partir de comentarios, detalles que veamos en el aula o cualquier otra situación que nos de pie a ello. Yo invito también a padres y madres a hacernos reflexionar. Si hay algo que se nos escapa, no lo comentéis en el grupo de WhatsApp, contádnoslo en primera persona. Solo así, trabajando en equipo, podremos lograr un mundo mejor para nuestra infancia.
Mis hijos contemplando el mural realizado durante el taller del Projecte UBÚ sobre Miró en el IVAM… y si, ese día tocaba tela rosa para hacer la manualidad ¿algún problema? Ellos lo tienen claro…
Gracias Alba por todos tus consejos… ¡seguiremos “marcando la diferencia”, cultivando su autenticidad y rompiendo estereotipos de género! #SOYQUIENDECIDE
Fuente imágenes: Realkiddys
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2 Comentarios
Muy interesante el post! Pero difícil de cambiar ,la sociedad puede educarse en aceptar el cambio pero veo difícil que elimine de su mente el estereotipo (mcsal)
Cierto… está demasiado arraigado.