¿Qué es el autismo? ¿Cómo se comporta una persona autista? ¿Cómo podemos comunicarnos con ellos? ¿Estaremos haciendo algo mal? Estas pueden ser preguntas que la mayoría de las personas nos hacemos respecto al autismo. Si para nosotros es complicado entenderlo, imaginad para los niños.
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden causar problemas graves, y hasta crónicos, de socialización, comunicación y conducta. Cabe puntualizar que el TEA no es una enfermedad porque no tiene cura, solo se puede tratar, por eso se habla de trastorno. Lo mismo que “espectro” se refiere a la cantidad de parámetros que puede llegar a abarcar, lo cual implica que es complicado hacer un diagnóstico, y normalmente se suele clasificar en tres tipos:
- Trastorno autista: es el autismo “clásico” en el que todos pensamos cuando escuchamos o leemos “autismo”. Las personas con trastorno autista por lo general tienen retrasos significativos en el desarrollo del lenguaje, problemas de socialización y comunicación y conductas e intereses inusuales. Muchas personas con trastorno autista también tienen discapacidad intelectual.
- Síndrome de Asperger: las personas con síndrome de Asperger suelen presentar algunos síntomas más leves del trastorno autista. Pueden tener dificultad para socializar, así como intereses y conductas inusuales. Sin embargo, típicamente no tienen problemas de lenguaje o discapacidad intelectual.
- Trastorno del desarrollo generalizado no especificado o “autismo atípico”: es el que se diagnostica a las personas que reúnen algunos criterios para del trastorno autista o del síndrome de Asperger, pero no todos. Las personas con este trastorno por lo general tienen menos síntomas y éstos son más leves que en el trastorno autista. Los síntomas pueden causar sólo problemas de socialización y comunicación.
Como veis, el autismo tiene diferentes grados de intensidad y en los casos donde no existe un autismo profundo o relacionado con otro tipo de patologías limitantes, un niño con TEA puede acudir a un colegio ordinario como cualquier otro niño sin autismo. Por supuesto, contará con el refuerzo necesario por parte del profesorado para poder integrarse lo mejor posible en el ritmo del aula, y precisamente por esto, creo que es de vital importancia que al resto de alumnos se les enseñe a comprender a su compañero/a con autismo, porque el grupo de niños que constituye su clase va a ser vital para esa integración. Por descontado, también es algo que deberían de conocer todos los niños (igual que todos los adultos) porque nunca podemos saber cuándo vamos convivir con un niño con autismo, puede ser en el cole, en el parque, en un restaurante…
Los niños lo tienen claro… (ilustración de Daniel Paz)
Cada día, las personas con autismo hacen un trabajo hercúleo por integrarse en nuestra sociedad y nosotros debemos de estar a su altura para ayudarles con todo lo que esté en nuestra mano. Ya sólo con molestarte en leer este post estás haciendo mucho más que otras personas. Siempre lo digo, conocer, es amar… y estas personas, sobre todo, necesitan que sepamos cómo sienten la vida para hacer su camino mucho más fácil. La mayoría de nosotros no tenemos ni idea de lo que es el autismo, nos hemos quedado con la imagen que proyectan películas y series de televisión (como “Rainman”, algo ya desfasado) o el personaje con Asperger de Sheldon Cooper en la serie “Big Bang Theory”. Este tipo de personajes pretenden hacer un acercamiento sobre el TEA, pero suelen siempre contrarrestarlo con una capacidad de inteligencia sin igual o, con la mejor de las intenciones, con algún toque cómico. Bien, no siempre es así, un autismo no siempre va relacionado con una alta inteligencia, depende de cada caso en cuestión. Por eso, no es bueno generalizar y es importante conocer la dimensión, o al menos parte, de lo que es el TEA.
Para desarrollar este post he echado mano de este libro de Ellen Sabin “El libro de aceptación del autismo”, una maravillosa guía pedagógica orientada hacia los niños y hacia el trabajo en el aula, con un montón de recursos para comprender a los niños con autismo y, sobre todo, generar empatía, “ponerse en sus zapatos”, como dice su autora. He seleccionado los fragmentos donde se explica las características de las personas con autismo, pero os recomiendo leerlo entero y si sois educadores, utilizarlo en clase para trabajar con vuestros alumnos, tanto si hay un compañero con autismo, como si no.
El cerebro de las personas con autismo esta “conectado” de diferente manera. Como resultado, ellos tal vez no actúen o se comporten como los demás todo el tiempo. Algunas de las cosas que son fáciles para nosotros –como hablar, aprender, jugar y hacer amigos- a veces son muy difíciles para personas con autismo. Algunas personas con autismo tienen problemas al procesar la información que recibe su cerebro sobre los sentidos y estos pueden percibirlos de manera muy muy fuerte, así que la información que reciben a través de ellos puede ser una gran distracción, como os explicamos a continuación:
- Las personas con autismo pueden tener muy buen sentido del oído: cuando esto sucede, ellos se tapan los oídos o usan tapones en los oídos. Ellos también pueden hablarse a sí mismos para que los otros ruidos que escuchan no les parezcan tan fuertes.
- Las personas con autismo pueden darse cuenta de muchos, muchos detalles: cuando algo está fuera de su lugar, ellos pueden molestarse. Tal vez lloren o hagan algunas cosas que parecen extrañas, como aletear sus manos, retorcer sus cuerpos o golpetear sobre el escritorio. Ellos hacen estas cosas para sentirse reconfortados.
- A las personas con autismo no les gustan las sorpresas: ellos están mucho más tranquilos cuando las cosas son predecibles.
- A las personas con autismo les gusta jugar de maneras diferentes a la tuya: a las personas con autismo les cuesta mucho trabajo usar su imaginación. Es más fácil para ellos pensar acerca de las cosas que son reales que pensar sobre cosas imaginarias.
- A las personas con autismo les cuesta mucho trabajo hablar algunas veces: tal vez se quedan callados, se van, o hacen sonidos que no son realmente palabras. Algunas veces si les dices algo, ellos repiten lo mismo que tú dijiste, en lugar de contestarte. Eso no quiere decir que se estén burlando de ti.
- A las personas con autismo les cuesta mucho trabajo entender la forma en que usas ciertas palabras: piensan y escuchan de una manera muy lógica y literal. Esto quiere decir que cuando ellos escuchan lo que tú dices, tienden a pensar que las palabras significan exactamente como las escuchan. Si las personas a su alrededor están usando palabras o expresiones que ellos no entienden, tal vez se frustren. Puede ser que se muestren confundidos, enfadados o incluso asustados.
- A las personas con autismo les cuesta mucho trabajo entender la comunicación no verbal: para las personas con autismo es difícil entender estas pistas y probablemente no te miren a los ojos cuando les hablas.
- Algunas personas con autismo sienten el tacto de manera diferente a ti: algunas veces su piel es muy sensible e incluso un pequeño toque puede sentirse como un pellizco o al revés, puede que su piel no sea tan sensible y ellos olvidan lo fuertes que son, entonces pueden ser un poco bruscos cuando te tocan o juegan con otra persona.
Ilustración de Guillo
Esto es sólo la parte general de las características de una persona con autismo… luego está la condición única de cada persona que tiene este trastorno, por eso todos los anteriores apuntes empiezan con “algunas veces o algunas personas”, porque no se puede generalizar debido al amplio espectro de características que pueden conformar a una persona con autismo.
Pero, al menos, seguro que ahora sabéis mucho más que antes sobre qué es el TEA, qué tipos de autismo existen y, sobre todo, cómo comprender el complejo mundo interior de estas personas y, sin duda, el esfuerzo diario que hacen para integrarse en una sociedad que no siempre les tiende una mano y les “etiqueta” siempre de la misma manera.

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2 Comentarios
Estupendo post. (mcsal)
Gracias Carmen 🙂