La semana pasada os contaba como la sociedad le tenía manía a la tristeza, como si fuese algo negativo, algo que debía de ocultarse, pero a la vez, se había comenzado a utilizar con fines comerciales, incluso otorgándole un día como el mas triste de todo el año. Pero nadie desbanca a la FELICIDAD como el sentimiento mas deseado, mas comercial, mas utilizado en boca de todos como el maná que todo lo sana… Se abusa de la felicidad de tal manera, que nos emborrachamos del ansia por conseguirla, a cualquier precio, pero en esa búsqueda nos dejamos por el camino todas esas pequeñas cosas que nos hacen dibujar sonrisas en nuestro rostro, pero que no sabemos ver, es lo que tiene no pararse ni un minuto a mirarnos en el espejo, a reconocer lo que sucede aquí y ahora, porque siempre miramos al horizonte en ésa búsqueda sin bajar la vista a la tierra que pisamos en cada paso para lograrla…
Hoy tengo el placer de contar con una de mis colaboradoras habituales, Mª Carmen Sahuquillo de Bricoeduca, para reflexionar sobre el significado de la felicidad y de como podemos trabajar la actitud positiva con nuestros hijos, aunque a veces son ellos los que deberían enseñarnos a nosotros…
Está de moda “SER FELIZ” y, desde hace un tiempo, hasta las campañas de publicidad en radio y televisión son grandes embajadoras de ello. Perfiles de redes sociales utilizan su reclamo, incluso marcas comerciales se anuncian con un merchandising acorde incluyendo la sonrisa. Pero….¿alguna vez ha dejado de estar de moda?, ¿Ha habido algún momento en la historia del ser humano en el que no haya perseguido su bienestar y la felicidad? Basta con echar la vista atrás y comprobaremos que la felicidad es algo inherente al ser humano, ser feliz es cuestión de proponérselo, y así lo dijo Andrés Aljure:
“El 10% es lo que nos pasa en la vida y el 90% es lo que hacemos con lo que nos pasa”.
Si alguien te dice que cierres los ojos y formules un deseo, es posible que entre tus opciones se encuentre la frase: “Deseo ser feliz”. Si preguntamos lo que supone para un niño/a la FELICIDAD o ser feliz, no se parecerá demasiado a lo que le supone a cualquier adulto. La felicidad no es algo permanente, no se encuentra en un momento o lugar concreto. Es una búsqueda de aquello que nos aporta bienestar, aceptando lo imprevisible con flexibilidad y actitud tolerante. Y de esto, los niños/as saben mucho. Si nos situamos a la salida de un cole y preguntamos qué es lo que les hace felices, su respuesta tiene en cuenta siempre “el momento presente”, y nos encontraremos con respuesta como estas:
Cuando como chocolate….
Cuando mi mamá/papá juegan conmigo en la bañera….
Cuando veo llegar el camión del reciclaje….
Cuando me meto en la cama con mi mamá/papá…..
Cuando por la noche me cuentan un cuento para dormir….
Por eso, nos planteamos si es posible ofrecer a los niños/as herramientas para que se sientan felices, y desde luego que sí las hay, y son una la manera más idónea de trabajar. Ser feliz es cuestión de actitud. No se trata de ser feliz siempre porque sería imposible, pero si tenemos una actitud positiva será más sencillo afrontar situaciones desagradables o momentos complicados, y seremos mucho más ágiles a la hora de buscar soluciones o alternativas.
A continuación te propongo algunas ideas para que puedas trabajar la actitud positiva con tus hijos:
-
Hazles saber que ser felices es una tarea diaria, un ejercicio de responsabilidad y valentía.
-
Fomenta en ellos la ilusión por las pequeñas cosas, los gestos….
-
Ofréceles un espejo acorde a lo que proclamas. Si lo que intentas es que luchen por su felicidad, no seas “el gafe” que anticipa los problemas.
-
Enséñales a emplear un lenguaje positivo, a eliminar el NO delante de algunas frases limitantes, y sobre todo a hablarse a sí mismos con respeto y de manera constructiva.
-
Enséñales a ser agradecidos por cada cosa que viven, por las personas que tienen alrededor.
-
Muéstrales cómo lidiar con las emociones negativas utilizando la atención plena. Muchas de esas emociones negativas son lecciones de experiencia y nos fortalecen porque además son necesarias para el aprendizaje.
-
Hazles saber que no es necesario buscar el reconocimiento en los demás, sino que ellos mismos sepan reconocer sus fortalezas, sus aciertos y sus virtudes. De igual modo, deben conocer sus áreas de mejora y para ello serán buenas aliadas esas fortalezas que ya reconocen.
-
Fomenta en ellos el sentimiento altruista. Dicen que hacer felices a los demás aumenta nuestra capacidad de sentirnos felices.
-
Emplea un lenguaje positivo, como toda habilidad se aprende practicando, así que no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy….
-
Que se rodeen de aquellos que les permiten ser como son, sin juicios y sobre todo, aquellos que ven en la vida una oportunidad: gente positiva.
-
Enséñale a conocerse, a quererse, a buscar su sitio.
Seguro que valorando estas opciones te surgen muchas más, así que no dudes en compartirla con nosotros, y recuerda….
Ser feliz es sólo cuestión de actitud.
Para terminar os recomendamos algunos cuentos para ayudaros a transmitir la actitud positiva a las más pequeños de la casa:
Un libro lleno de los momentos que te hacen realmente feliz. Tierna reflexión a través de imágenes y de palabras sobre cómo encontrar la felicidad en situaciones sencillas y cotidianas.
A todos nos gustan la cosquillas. Cosquillas en los brazos, en los pies, en la barriga?.pero ¿sabíais que el corazón también tiene cosquillas y que le encantan? Las cosquillas son capaces de alegrar a los corazones más apagados y llenarlos de nuevo de luz.
Pero no olvidéis que para hacer que nuestro corazón se destornille de risa hay que ponerle muchas ganas e imaginación. En este libro tenéis algunas ideas.
No dudéis ni un momento en regalar cosquillas a vuestro corazón y al de los demás. Lo que se da es lo que se recibe así que no hay mejor regalo que decirle a alguien: ¡Traigo una cosquilla para ti!
Y vosotros, ¿cual es vuestro truco para ser felices cada día? Esperamos que os haya sido útil este post y os sirva para vivir con actitud positiva en familia.
Soy Mª Carmen, Trabajadora Social por vocación desde los 90´y me defino como una persona solidaria, empática e inquieta por naturaleza.
Después de un paréntesis en mi vida descubrí lo increíble de la parte emocional del ser humano y, decidí que, tanto mi vida como mi trabajo había encontrado verdadero sentido.
Me adentré en el mundo de la Inteligencia Emocional de manera autodidacta y, después de un Postgrado en Resolución de Conflictos tomé la decisión de realizar el Máster en Inteligencia Emocional, lo que me ha abierto apasionantes caminos y me ha permitido conocer a gente muy interesante de la que aprendo a diario.
2 Comentarios
Magnifivo post y magnigica Mari Carmen, cómo siempre dándonos lecciones sobre esas emociones que son tan importantes en nuestra vida y cómo podemos sacarlas para ser mejores personas para con nosotros y por supuesto con los demás.
Sin duda, la actitud positiva es el mejor regalo que podemos hacernos a nosotros mismos y de rebote a los demás