La llegada de las vacaciones me ha hecho recordar lo que hice en mis vacaciones del año pasado, de las que no guardo muy grato recuerdo y que casi hace el mismo tiempo que tenía guardada en el cajón la idea de escribir un post sobre “Qué NO hacer en Port Aventura”, no sé si por pereza o porque seguro que iba a traer cola, ya que, evidentemente, no iba a ser un post muy positivo que digamos, se puede apreciar en las palabras que nuestra experiencia no fue, digamos, muy afortunada. Pero, después de leer este artículo de El País sobre el parque de atracciones de Disneyland París, me han venido todos los recuerdos de aquella experiencia en Port Aventura del verano pasado y no me he podido contener.
Y es que los padres somos algo “masocas” con esto de las experiencias familiares en parques temáticos y de atracciones. No sé cómo se nos va la cordura, ésa tan propia de los padres y madres adquirida tras tanta prueba-error durante la crianza de nuestros hijos. Pero es así, sin darnos cuenta, sucumbimos ante ésa idea idílica de pasar un día a tope de diversión en uno de estos lugares donde, se supone, no tiene cabida el aburrimiento.
¿Será porque somos presa de un excelente marketing publicitario? ¿Será por aquello de no ser los únicos del grupo de amistades/familiares que no han ido? ¿Será porque nuestros hijos nos lo han pedido hasta la saciedad después de que los anuncios de la tele les hayan incrustado esa “super idea” en su tierno cerebrito? ¿Será porque alguien nos miente sobre lo maravilloso y mega inolvidable que es pasar el día en el parque temático? No lo sé, pero sucumbimos y decimos “venga va, ¡nos vamos a Port Aventura!”. Ay, dios… en que mala hora. Sin duda la idea era mucho mejor en mi cabeza.
Tengo que decir que no fuimos adrede a Port Aventura, digamos que elegimos irnos de vacaciones playeras a Salou y como especial reclamo, evidentemente, estaba ir al parque temático. No habíamos ido nunca a ninguno los cuatro juntos, pero, ya que el peque tenía aun 3 años, era la última oportunidad de que nos saliese su entrada gratis. Ya sé que existen varias promociones de entradas gratis para los niños durante el año pero, en aquel momento, no había ninguna. Eso sí, las entradas de adulto están bien pagadas, 45 euritos por cabeza… era un desembolso considerable, pero “¡seguro que lo pasamos súper bien!”. Aún tengo rebotando en mi cabeza las sabias palabras de mi marido diciéndome “va a ser un suplicio, lo veo venir” y yo, presa de mi optimismo nato, le llevaba la contraria diciéndole que no fuese tan cenizo, que seguro que no era para tanto… Le tuve que dar la razón, ¡que rabia me dio!, jajaja…
Yo, por si no queréis seguir leyendo, ya que este post pinta muy largo, ya os lo resumo: PORT AVENTURA, LA LARGA ESPERA. Si, toda la diversión va precedida de una laaaarga espera.
Mi primera recomendación es que no llevéis a niños muy pequeños, a no ser que sean bebés y vayan en carrito porque, si son algo más mayores se van a pegar un pateo considerable y se van a cansar mucho antes que cualquiera del resto de la familia. También dependerá mucho del carácter del niño y lo que tolere las colas y esperas que seguro vais a tener que hacer, aunque sea para la atracción más sencilla de todo el parque. Da igual que vayáis muy pronto, la gente entra en masa desde primera hora de la mañana, porque tienen la misma idea que vosotros: ahorrar tiempo en colas y aprovechar la entrada al límite.
Podéis entrar y salir cuando queráis, no os van a poner problemas, peeeero, desde la entrada directa al parque (o sea, donde empieza todo) al parking hay un buen trozo, a no ser que pagues por el parking vip, claro. Aun así, el niño se puede cansar por ir hasta la otra punta del parque, y aunque existe un tren que te da una vuelta completa, contad también con la espera a que llegue el tren y con lo saturado que esté ya el niño…
Luego, aunque ahora tienen la zona de Sesamo Aventura que es especial para niños pequeños, hay muchas atracciones, incluidas las de esa zona, a las que tampoco podrán subirse porque no tienen la altura adecuada. Y esto se lo toman muy en serio allí, cosa que me parece bien, pero ni aun yendo con un adulto te dejan que suba si su cabeza no llega a la barra de medir que lleva el guarda de la atracción. No, os aseguro que si no llega al nivel, no pasan. Con lo cual, el rango de atracciones a las que se pueden subir se limita mucho, mucho. Por favor, haced caso a los limites de altura que indica cada atracción antes de meteros a hacer cola… a nosotros nos hicieron salir en mitad de una pensando que total por unos milímetros de nada. Pues no, el niño no pasa… y, evidentemente, no pasamos ya ninguno de los cuatro.
Lo malo de esto es que, si vais con otro hijo más mayor como en nuestro caso, uno podrá subirse a mas atracciones y el otro no, y claro, a uno de los padres le toca quedarse con el pequeño durante bastante rato, incluso una hora o más, ya que hay que sumarle el tiempo de cola más el que dure la atracción. Así que, esa hora para un niño pequeño se puede hacer eterna, no os digo para el padre que se queda con él. Hay parques infantiles para los más pequeños, pero llega un momento es que ni eso es suficiente y además, con el calor apretando, os puede dar una insolación.
Y esto último me lleva a la siguiente recomendación, NO VAYAÍS EN AGOSTO. Es mejor ir adrede al parque en cualquier otra época del año y así te ahorras el calorazo que hace en verano y la masificación del parque, porque recordemos que Salou es una zona muy turística, así que esa idea que tuvimos nosotros de ir de hotel playero y de paso ir a Port Aventura la tienen tooodas las familias que van a pasar allí sus vacaciones.
Hay que reconocer que Port Aventura es un parque muy chulo, con zonas pensadas para todos, pero cuando te apetece ver el show de la Polinesia y resulta que lo programan a las 15h en agosto y apenas hay sombra en el anfiteatro donde lo hacen, pues no sé, ¡NO SON HORAS! Si, hay actuaciones a otras horas, pero lo más probable es que te pille a la otra punta del parque y claro, vas a verlas cuando te pilla cerca. Nosotros pasamos mucho calor, pero no quiero pensar en los artistas, los pobres ahí bailando a muerte (muy bien, por cierto) y sudando la gota gorda… es cuanto menos, ¡inhumano! “Eso no está pagao”, como diría mi amiga La Quiles.
Pobres, ese escenario tenía que quemar lo suyo…
Siguiente recomendación, la comida. Ya sabéis que no se puede entrar comida, como en la mayoría de parques temáticos, pero todo el mundo lo intenta, dan fe los montones de comida que hay en los tornos de entrada, ¡hasta vimos tetra briks de leche! Nosotros hicimos unos mini bocadillos pero a modo de tentempié por economizar un poco y porque la idea era salir, comer en el hotel y regresar al parque. Al final, se nos hizo tarde y ya aguantamos un poco más la visita por el parque para no darnos el pateo hasta el parking. Son cosas que, a priori, las ves súper fáciles mirando el plano, pero luego en la práctica no es tan sencillo y es que las distancias dentro del recinto son considerables.
Lo malo es cuando tu hijo se le antoja un plátano y no llevas un plátano en la mochila y en los puestos de fruta que hay por allí todos venden fruta cortadita pero no tienen plátanos… y se masca la tragedia. Imaginaros un niño de 3 años en plena rabieta diciendo a grito pelao “quiero pátanooooo”, todos cansados ya, un calorazo de impresión y muuucha gente. La gente no hacía más que mirarnos y yo, presa del hastío ya, me dediqué a sonreírles y a saludarles con la mano alegremente “si, es mi niño, y si, quiere un plátano, pero aquí no haaaay”. Y es que, aunque lo hubiera, ponte a buscar donde y luego ¡paga por él como si compraras una platanera entera en las Canarias!. Para calmar a mi hijo, al final, pensamos en comprarle un helado… y si, la idea le gustó, pero a mí no tanto lo que tuve que pagar por dos bolas de helado (una de ellas para su hermana, claro) porque era lo más económico que vendían y os hablo de 3eu por una bola pequeña de helado. Duele, así, sin más.
Es entonces cuando me pregunto por qué narices siguen vendiendo la comida tan cara en los parques temáticos, aparte de que suele ser de bastante mala calidad. ¿Por qué? ¿No sería más rentable cobrarla más barata y vender el triple? Nadie intentaría meter comida en la entrada, nadie tendría que gastarse casi medio sueldo en una comida para cuatro (y os hablo de un bocadillo, no quiero ni pensar comer en uno de sus tropecientos restaurantes temáticos que hay allí) y nadie tendría que llevar a un niño cansado gritando “quiero un pátano” por todo el parque.
Y ya para rematar, el tema de los aseos públicos… pocos, lejos, llenos de gente y como se puede esperar, sucios, pero, con tanta gente en circulación por ellos no me extraña. En fin, ya os dije al principio que era “la larga espera”, y en los aseos ya sabéis, tenéis otra cola más. No os digo con un niño pequeño que tiene pis con más urgencia que la de querer un plátano… No comment.
Sin duda el tren que recorre el parque fue la mejor experiencia para todos
En definitiva, el post es una crítica constructiva sobre los parques temáticos y ante todo recalcar que está basada en nuestra experiencia personal, con una niña de 8 años y un niño de 3 años, en verano, agosto, en una zona turística a tope de gente…
A pesar de todo, Port Aventura, como parque temático y de atracciones, nos pareció una pasada y nos alegramos de tener un parque de tanta calidad y tan bonito en nuestro país, pero si algo hemos sacado en conclusión sobre aquella experiencia es que de volver, sería fuera de temporada y con el peque algo más mayor y de paso incluso hospedarnos en los hoteles que tiene el parque ya que, te sale más a cuenta, puedes visitar el parque sin prisas, tienes beneficios como ahorrarte tiempo en colas, e incluso un trenecito que te lleva desde la entrada hasta tu hotel.
Mi consejo final tanto para Port Aventura como para cualquier otro parque temático es que, si vais con niños pequeños, intentéis ser realistas y planifiquéis la visita pensando en todo aquello que puede pasar porque es muy fácil que ocurra, ya sabéis que los niños son imprevisibles, o totalmente previsibles… como queráis verlo.
Y vosotros, ¿Cuál ha sido vuestra experiencia en Port Aventura o en cualquier otro parque temático?
No te pierdas nada!! Suscríbete a la newsletter!!
9 Comentarios
Nosotros fuimos dos días el año pasado al parque Warner en Madrid un fin de semana en pleno Agosto, si mucha gente, la comida dentro muy cara, algunas colas de larga espera pero nosotros fuimos mas previsores dentro de nuestras mochilas no faltaba un pequeño bocata para cada uno entre la ropa de cambio, mochilas impermeables, botellas pequeñas de agua y sobre todo una buena planificacion del mapa del parque tematico desde un principio con los horarios de cada uno de los espectaculos para intentar no perdernos ninguno, tb una buena crema solar y una buena gorra para el gran calor y sobre todo ropa comoda y si podeis de calzado nauticas para las atracciones de agua, q siempre viene bien refrescarse, y nuestra experiencia fue magnifica y para repetir, los niños son niños pierden los papeles en ciertos momentos pero tb ea mas facil ir solo con una niña d 8 años q con dos y uno tan pequeño, en resumidas cuentas toooodoooos lo pasamos genial aparte de q pienso q en la warner hay mas atracciones para niños q en port aventura, eso si no descartamos este año alguna escapada como esta pero a port aventura, en mente esta, si vamos ya t dire la experiencia en primera persona. Besos cuqui y gracias por las recomendaciones. Ana Robert.
Tu es que eres muy previsora y lo llevas todo al dedillo, jajajaja… me alegro que lo pasarais tan bien! Nosotros, si volvemos, será mas adelante.
Yo fui a Port Aventura con niños peq y me aloje en uno de sus hoteles .La experiencia fue muy buena ,porque además de ventajas por estar alojados en el parque era muy cómodo entrar y salir de el hacia el hotel con un tren que te llevaba y así poder organizarse para visitarlo cómodamente y descansado (mcsal)
Nosotros fuimos este verano también y nos pasó lo mismo de que la niña no pudo subirse a una atracción de Sésamo Aventura por unos milímetros… que rabia… y por ella, más q nada, que era la que insistia en ir.
Nuestro plan fue en ir en plan tranquis y en subir en lo que pudiéramos. En la zona de China también habían atracciones infantiles y un parque de toboganes que les encantó.
Y el espectáculo de la Polinesia lo vimos de noche, precioso.
Si, lo mejor es tomárselo con calma y si se va fuera de verano mejor, mas que nada por el calor que hace! Lo de las medidas minimas es un palo, porque como te hayas hecho toda la cola para nada da muchisima rabia! Por eso lo cuento en el post, para que nadie se piense que por unos milimetros no pasa nada. Me alegro que vuestra experiencia en el parque fuese tan buena!
Hemos estado varias veces, con viaje desde casa (menos de 2 horas), con hotel fuera del parque y, desde que tenemos niño, con hotel en el parque. La experiencia es TOTALMENTE DISTINTA. En agosto. Me explico:
No madrugas (al menos nosotros no)
Desde el hotel vas paseando (1 minuto) y entras por un acceso propio (Gold River, el del oeste). Entras al far west que está prácticamente vacío porque las atracciones gordas empiezan más tarde en esa área, así que a las menos populares puedes subir con niños sin cola.
Como estás en el propio recinto, en las horas centrales del día procede un descanso. Si tus hijos hacen siesta, te vas a la siesta. El mio no, así que nos vamos a la piscina del hotel a relajarnos en las hamacas y a refrescarnos.
No vas cargado con mochilón, porque no necesitas prácticamente nada: si quieres cambiarte o cualquier cosa, lo organizas para volver al hotel. El día de salida, te dejan una especie de vestuarios de cortesía en los que ducharte y cambiarte antes de salir de vuelta a casa.
Después de cenar, relajado y refrescado, vuelves al parque que no hay colas. En nada. Te subes al coco piloto en bucle.
El pase exprés, o está incluido o tiene un precio accesible para toda la estancia. Nosotros no lo amortizamos a base de atracciones de adrenalina, pero subir, de nuevo en bucle, a los donuts y al ankor nos compensa. Si yo fuera al parque un día, ni de coña lo pagaba.
Los hoteles parecen carísimos, pero si descuentas las entradas del parque los días que estés alojado, el parking y demás, no es tan diferente a un hotel fuera. Y la experiencia es RELAJADA en agosto. Sí, cuesta creerlo pero de verdad es relajada no el estrés de una visita de un día que también he vivido. Mi hijo, además, no aguanta todo el día sin descansar, con lo que es un suplicio arrastrarlo, así que no me planteo actividades de estar fuera un día completo, como mucho de medio día.
Eso sí, son hoteles para ir al parque, no para visitar Salou, que ahí si que pagas por unos servicios (el parque) que no disfrutas.
Por otra parte, en una ocasión cogimos la entrada nocturna, que vale la mitad y que coincide con una franja horaria sin colas. Y la verdad es que tuvimos más que suficiente. Íbamos sin niño, que con los horarios infantiles no sé yo si ahora podríamos, la verdad. Pero la experiencia muy positiva y te subes en todo sin agobios ni esperas (en el dragón Khan no nos dio tiempo ni a pensarnos si subíamos porque no había cola! Agosto) y con la ventaja de que el día ya va perdiendo temperatura en lugar de ganándola.
Y los precios de la restauración… como en todos los parques: un atraco. Mi hijo, además, no es de perritos ni hamburguesas (ya me gustaría a mí para estas ocasiones!), con lo que le tienes que dar de comer… Ahí si que voy mentalizada. La pausa de la comida, eso sí, la tomamos también como un rato de descanso y paz con aire acondicionado. Si tengo que pagar, al menos que sirva para algo.
Gracias Francisca por tu comentario con una experiencia positiva! Está claro y yo lo sé, que ir a Port Aventura hay que hacerlo hospedándose en sus hoteles para que de verdad salga rentable la inversion y la experiencia sea buena, lo sé porque mi hermana mayor fue igual que tu cuando mis sobrinos eran pequeños. Si vuelvo será en ese plan, pero para pasar el dia nunca mas. Mi idea con el post era prevenir a las familias con altas expectativas como fuimos nosotros para que, al menos, tengan en cuenta todos los inconvenientes que se pueden encontrar y que no piensas a priori. Un abrazo! Elisa
Gracias a tí, Elisa. Yo leía el post y me sentía totalmente identificada.
No puedo imaginar un día completo con niños en un lugar tan atestado y caluroso sin agobiarme.
Antes de ir imaginas un plácido día con los niños dando vueltas y tú relajada viéndolos disfrutar… y creo que la realidad se parece mucho más a lo que relatas que a esa imagen idealizada, sin duda alguna.
Jajaja… es que es asi! Por eso escribí el post, para que las familias bajaran un poco sus expectativas! 🙂