¿Cómo hacer que tus hijos lean libros? Si quieres que te sea sincera, ¡NO HAGAS NADA! Si, seguro que estás alucinando, echándote las manos a la cabeza y blasfemando sobre mi falta de cordura, pero el tiempo me ha dado la razón… por algo será.
Estoy segura que cada noche has convertido en un ritual el momento de leer un cuento con tus hijos, desde que eran un bebé, les has llevado a la biblioteca para ver y sentir los libros, para inculcar en ellos la responsabilidad de amar y cuidar los libros, sobre todo los que no son vuestros, y casi te nominan a un “oscar” por la ultima narración que les has hecho incluso poniendo una voz diferente para cada personaje … y si, a veces eso funciona, y tus hijos se convierten en ávidos lectores…. pero a veces, no funciona.
Yo lo he intentado, créeme, les he leído cuentos a mis hijos sin conseguir que me hicieran caso alguno, sobre todo cuando eran pequeños (es lo que tiene tener hijos digamos “moviditos”), haciendo el esfuerzo por darle entonaciones creíbles a cada texto, intentando asi llamar su atención (ni caso tampoco), comprarles libros llamativos que a los 10 minutos acababan tirados en un rincón, llevarles a la biblioteca y acabar saliendo de allí de los nervios porque no dejaban libro con tapa, por no hablar de que esto del “silencio” en la biblioteca no va con ellos, y también darles sermones sobre que los libros son pequeños tesoros y hay que cuidarlos, repararlos, amarlos… además de leerlos.
Yo he sido siempre una apasionada de los libros y me casé con otro peor que yo, mi marido me supera mil veces en su pasión por la lectura (nuestras estanterías dan fe). Yo era de las que se pasaba horas en la biblioteca del pueblo eligiendo ese pequeño tesoro que me iba a llevar a casa para transportarme muy lejos, a otros mundos y fantasías, o simplemente para obtener información sobre el espacio, o sobre antiguas civilizaciones, o sobre cómo hacer manualidades…
Está claro, antes no había Internet y toda la información estaba allí, incluso las enciclopedias para hacer los trabajos del cole. Ahora “San Google” tiene todas las respuestas, todas las historias, incluso el mundo digital quiso echar a perder el placer de pasar una hoja de un libro, su tacto, su olor… pero, por suerte, y de momento, no ha lo ha conseguido.
Asi que después de este “bagaje” personal y todos mis esfuerzos por inculcar a mis hijos la pasión y el amor por la lectura, me cansé de pelear. Todos sabemos, que en el hábito de la lectura hay que educarlos sin presiones, dejarles los libros a su alcance, que sean ellos los que elijan, etc… pero en nuestras cabezas resuenan las auto culpas de: “es que ya no les lees cuentos por la noche”, “es que ya no les llevas tanto a la biblioteca”, “es que…” y así ad infinitum y te sientes mal porque, al igual que pasa con los mil consejos y las mil presiones que recibimos sobre la educación de nuestros hijos, con la lectura pasa igual, sientes que no estás haciendo lo suficiente, “no lo estás haciendo bien”… pero el tiempo me ha demostrado, que no tenía que hacer nada o no tenía que hacer tanto o no tenía que sentirme, cada día, tan culpable.
Tus hijos leerán por sí solos y se apasionarán por la lectura el día que encuentren “EL LIBRO”, así, en mayúsculas. No, no te voy a recomendar ningún título ni ninguna temática, porque ése libro llegará a las manos de tus hijos y el solo generará el cambio.
Esto es lo que nos ha pasado recientemente con nuestra hija mayor de casi 9 años… todo lo que os he contado previamente es un relato de nuestra experiencia con ella sobre el tema de lectura y, como mucho, se leía los libros que le mandaban cada semana en el cole para hacer su ficha descriptiva y lo hacia a regañadientes. Pero hace unas semanas vio la película de “La Historia interminable” y todo cambió.
No, no era la primera vez que la veía, creo que con 5 años mas o menos ya nos hacía ponérsela día si y día también… Por supuesto, le hablamos, como no, que esa película estaba basada en un libro, y de que los libros siempre son mejores que la pelicula porque te permite imaginarte a ti cómo son los personajes y los lugares descritos, los decorados, etc… pero ella no quería leer libros, quería las imágenes, la música y el dragón que volaba… ya veis, una película a años luz de las que ven ellos ahora llenas de efectos digitales, pero cuando la historia es buena, necesita pocos adornos, ¿verdad?
Pero esta vez ha sido distinto, de nuevo, volvimos a recodarle que el libro era mil veces mejor, incluso que continuaba y que lo que ocurría después no salía en la película… y le brillaron los ojos. Nos hizo rebuscar entre los libros de nuestras estanterías y solo encontramos una edición de mi marido que estaba tan ajada por el uso, que estaba literalmente hecha polvo… sin tapas, medio desvencijado de tantas lecturas recibidas… ah, pero daba igual, el hambre por descubrir cada punto y cada coma, cada recodo del camino de esa historia interminable había nacido en ella.
Y ahí la tenemos, cada noche, con su destartalado libro de “La historia interminable” entre las manos, diciéndonos con emoción que se va a la cama a leerlo, que ya va por donde Atreyu consigue pasar entre las esfinges del “Oráculo del Sur” y se sonríe cuando la miro asombrada y le digo “pero como, ¿ya has llegado ahí ?” y se va emocionada a la cama con su lamparita y sus ganas de conseguir desvelar un misterio más de esa historia… interminable.
Y yo me quedo parada, miro a mi marido y le digo “ya está, ha encontrado su libro” y no hemos hecho nada o al menos, no tanto como nos dicen que tenemos que hacer. Y es que es así, nuestros padres, o al menos los míos, nunca leyeron libros delante de mí para darme ejemplo, nunca me llevaron adrede a la biblioteca, nunca me leyeron un cuento antes de dormir, nunca me montaron un rincón bonito de lectura en casa… no hacía falta, eso ya lo conseguiría ESE LIBRO que me cambiaría la vida, que me llevaria a otra realidad, a otra historia interminable… porque los libros tienen ese poder infinito, solo ellos y nuestra imaginación.
Así que no hagas nada, EL LIBRO lo hará por ti…
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2 Comentarios
Cuando un libro te atrapa no puedes dejar de leerlo y eso es indiscutible.
Aunque digas que no has hecho sí has hecho mucho, le has enseñado a ver, tocar, a tener libros entre sus juguetes y encima le has picado su curiosidad con la frase el libro es mejor que la peli y encima continua. Ahí le has dado en su tecla, pero antes sentaste unas bases.
Un beso Elisa.
Si, está claro que algo hemos hecho, poco a poco, y dia tras dia, pero sin presiones ni agobios por nuestra parte, ni muchos menos grandes metodos para inculcar pasion por la lectura… con nosotros seguro que nuestros padres no insistieron ni se preocuparon tanto y al final somos lectores, como casi todo el mundo en general.