¿qué debemos hacer nosotros?
- Utiliza las dos motivaciones que tú puedes aplicar: el elogio (la palmadita en la espalda) será la motivación principal y la más valiosa, generalmente. Tu hijo necesita esa “palmadita”, igual que mi esposa necesita que le diga que la quiero, aunque lo sepa, decirlo es reafirmarlo. La recompensa material, aunque se debe utilizar menos, es importante, y dependiendo de cómo sea tu hijo/a deberás utilizarlo con mayor o menos frecuencia, pero no por ser menos aconsejable no debes creer que no hay que usarla nunca. Por tanto, paso primero, conoce lo que motiva más a tu hijo y motiva cada cosa positiva.
- Mide los tiempos: a veces, cuando nuestros hijos no son de los que hacen las cosas fáciles, nos pasamos más tiempo riñendo y recalcando lo negativo y menos alabando lo positivo que sí hacen. Hay que impedir que las nubes de sus errores nos impidan ver la luz de lo que han hecho bien. Ante sus fallos no les regales tiempo de discusión, una frase breve y clara les puede hacer entender que no es correcto lo que hayan hecho, e invierte más tiempo en disfrutar de aquellas cosas positivas que hacen bien.
- Cree en el efecto PIGMALIÓN: debes creer en que él o ella es capaz de lograr lo que se proponga. Lo primero que debemos hacer es tener fe nosotros mismos de que se puede lograr. No me imagino a la madre de Tomas Alba Edison creyendo que su hijo no valía para nada una vez fue expulsado por mal estudiante. Creo firmemente que un alumno que percibe que los demás creen en sus posibilidades es un alumno de éxito garantizado. Y cuidado, no se trata de decirle que “tú eres el mejor”, “vas a conseguirlo porque tú vales” o similares… Ese mensaje provocará mayor presión en el alumno, y frustración ante el fracaso. El mensaje debe ser “inténtalo, prueba, lánzate, y si te sale mal yo te ayudaré a volver a intentarlo”, “se valiente, si fallas habrá otra oportunidad para lograrlo, pero si no lo intentas no habrá más oportunidades”, es mejor el mensaje de confianza y superación que el mensaje de supervalía.
- Y ese tipo de mensajes nos lleva a la siguiente pauta, la PACIENCIA: que ya sabemos que es la madre de la ciencia. Nadie es capaz de correr una maratón el primer día que se calza las zapatillas, por tanto debemos ser consecuentes, y saber que será un trabajo de largo recorrido, que nos implica infinita paciencia y dosis altas de tila. La paciencia se debe demostrar ante los momentos difíciles, cuando tras un buen esfuerzo la nota obtenida no acompaña al trabajo realizado. O cuando nuestro hijo se vuelve a desmotivar, es ese el momento para demostrar que la calma es el camino correcto, tocará volver a motivar, revisar los tipos de motivación que hemos dado y volver a animarle, como un coach anima a su equipo, o como Guardiola animaba al Barcelona FC con “Viva la Vida” de Coldplay.
- Huir de los interrogatorios: A veces los padres, especialmente cuando entramos en el mundo de lo que hacen los niños en el cole, nos convertimos en inspectores y acabamos convirtiendo la cena en un monólogo de preguntas que se suelen responder con monosílabos, ¿qué tal el colegio? Bien, ¿has hecho los ejercicios? Sí, ¿qué tal con el niño ese que te molestaba? Bien… En vez de eso, no preguntemos, contemos nosotros nuestro día a día en el, de esa manera el niño aprende que es bueno compartir las cosas que ha vivido, igual que sus padres se lo cuentan a él. La idea es empezar nosotros contando aquello que queremos saber de ellos, para invitarles a entrar en una conversación sin preguntas.
- Hora de des-aprender: Un niño desmotivado es un niño que ha aprendido de una manera que no le ha convencido, y ahora cree que siempre va a ser así. Es el momento de aprender de otra forma, y para eso habrá que utilizar las cosas que le gustan. Si a tu hijo le gusta el fútbol utiliza el tema del fútbol para hacer una redacción, o una carta al entrenador de su equipo favorito (y mándala de verdad al club), o si le gustan las princesas “Magiki” utilízalas en los enunciados de los problemas, o de lo que sea… No todo debe ser escrito, haz como en el anuncio de IKEA en el que reinventan las cenas. Usa tu día a día, lo que tú sabes hacer y lo que le gusta a tu hijo/a, para relacionarlo con lo que está aprendiendo. Implica una alta dosis de creatividad e imaginación, algo que seguro que puedes lograr.
Gracias Fran, ¡seguiremos trabajando para MARCAR LA DIFERENCIA!

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9 Comentarios
ahora mismo empiezo a aplicar tan sabios consejos que llegan como maná caido del cielo….gracias por otro gran post!!
d.
Me alegro que te sean utiles!!!
Buenos consejos. Me quedo sobre todo con lo del interrogatorio, que soy muy dada a que me cuente sus cosas y a veces recibo un insípido: bien, si, no…saludos!
Ufff, si, ese consejo es importante! Ya me contarás si estas pautas te suerten efecto!
Un maravilloso blog con unas pautas muy buenas a seguir y que seguro darán sus frutos y como dice Fran, vamos a marcar la diferencia. Ana Roberto.
Sin duda Fran es el primero que ha marcado la diferencia en la clase y en todos nosotros, hacen falta mas profes asi en nuestra educación! Somos realmente afortunados este curso!
Qué cierto todo pero qué difícil no caer en esas cosas a veces, como lo del interrogatorio!! Es que son tan escuetos explicando, que cuesta no preguntar… Pero haremos un esfuerzo!! Gracias!
Estupendo post! Y el profe Fran lo conozco y es buenisimo (mcsal)
Es un profesional estupendo y un maestro por vocacion, y eso se nota!