Es una ciudad pequeña, limpia, monumental, con grandes pulmones verdes, las montañas de los Picos de Europa de fondo, con un aire limpio, fresco y seco (algo que se agradece para los que vivimos en humedad constante), muchas calles peatonales en su casco histórico que invitan a pasear y descubrir su historia y lo mejor es que casi se puede llegar a todas partes andando, ¡poco vais a usar el transporte público! León hay que caminársela, que se lo digan a la cantidad de peregrinos del Camino de Santiago que pasan a través de ella… ¡y es que tiene tanto que ofrecer!
Es un destino ideal para pasar unos días de vacaciones en familia. Simplemente por el hecho de poder ir a todas partes caminando, descubrir todos sus monumentos, su tranquilidad, disfrutar de su clima suave en verano y ese “fresquín” por las noches mientras disfrutáis de un vino, un mosto o un “butano” para los mas peques (refresco de naranja) junto con unas tapas increíbles y a unos precios aún más increíbles… os aseguro que se os harán cortas.
Lo mejor del Barrio Húmedo es su cultura del “tapeo”. El centro neurálgico del Barrio Húmedo es la Plaza de San Martín, pero podéis disfrutar del tapeo en toda la ciudad. Entrad a cualquier bar a tomar algo y os darán una tapa generosa ¡gratis! Nosotros muchas veces nos vamos de tapeo a las 20h ¡y acabamos cenados de sobra! Cada bar tiene su tapa, su especialidad, lo divertido es ir recorriendo aquellos que nos gustan por su tapa, hasta bocadillos de calamares me han llegado a poner (ver foto), sin exagerar.
Calle Ancha: pues si así se llama, es una calle ancha pero tampoco es que sea algo exagerado, jajaja… Es la vértebra que une el centro histórico con el moderno y es la única que conserva el trazado original romano… estaréis recorriendo una calle de 2000 años de antigüedad, ¡casi nada! También es donde encontraréis tiendas, restaurantes y muchísimo ambiente. Pasareis varias veces por ella durante el recorrido que os propongo en el post.
Casa Botines: pocas personas saben que Gaudí dejó dos de sus obras en León, la Casa Botines y el Palacio Episcopal de Astorga. La Casa Botines fue un encargo de una familia con raíces catalanas y donde actualmente se organizan exposiciones y actividades culturales. Aun así, os recomiendo pasar por allí para hacer una foto a esta construcción de estilo modernista tan bonita y porque no, haceros un selfie con la estatua de Gaudí que contempla eternamente su obra. Allí mismo podéis coger el trenecito turístico para recorrer el casco antiguo de la ciudad, seguro que a vuestros hijos les encantará.
Palacio de los Guzmanes: es el edificio que está justo al lado de la Casa Botines, de estilo renacentista y actual sede de la Diputación de León. Todos los días de verano ofrece visitas guiadas gratuitas para admirar su patio interior, galerías con arcadas y vidrieras. ¡Una buena actividad por si aprieta el calor!
Plaza San Marcelo o Plaza de las palomas: mientras esperáis por el tren turístico, podéis dejar corretear a los peques en esta plaza donde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad, aunque en este edificio solo se realizan algunas funciones, actualmente, el ayuntamiento como tal está en la Avenida de Ordoño II. Es una plaza amplia, empedrada, donde es habitual ver niños persiguiendo a las palomas que toda la vida han estado por allí… si, yo también lo hacía de pequeña 😉
Quizás para los peques no sea muy divertido, pero en las noches de verano sí que le pueden sacar partido con las proyecciones que se realizan sobre su fachada todos los sábados hasta el 5 de octubre a las 23:00 y a las 23:30h con pases de unos 20min cada uno, de acceso libre y gratuito.
San Marcos: este es el monumento que más lejos vais a tener del centro histórico, pero merece la pena ser visitado, aunque como se convirtió en Parador Nacional pues no se puede visitar al completo, pero podemos hacer una visita turística a varias de sus dependencias. Por ejemplo, el Museo, la Sala Capitular con artesonados del siglo XVI y el Claustro con unas preciosas esculturas. Si queremos también podemos entrar en la cafetería para echar un vistazo al estilo general del edificio interior, de estilo clásico. Pero lo mejor en realidad está fuera, en su enoooorme plaza peatonal (de nuevo ideal para los peques) para contemplar su preciosa fachada de estilo plateresco. San Marcos fue albergue, convento, hospital y cárcel donde estuvo preso el escritor Quevedo, el cual da nombre al precioso Parque de Quevedo que encontrareis al otro lado del impresionante y bien conservado puente romano de San Marcos, hoy también peatonal. Recuerdo, cuando aún circulaban los coches por allí, el miedo que me daba caerme al Rio Bernesga, se ve que los romanos lo de poner una altura de seguridad como que era malgastar piedra, jajaja… en fin, ¡miedos de niños! Hoy, aparte de ser peatonal, cuenta con unas barandillas de hierro para poder asomarse sin tanto peligro, jajaja…
De eso también tiene León…
Ruta del León oculto: desde la Edad Media los peregrinos recorren León a pie, cruzándola de una punta a otra. El Camino de Santiago pasa por los lugares más importantes de la ciudad, y ha dejado su huella en los monumentos principales. Como si de un juego se tratase, la Oficina de Turismo os proveerá de un mapa que marca el itinerario y fotografías de algunos detalles “ocultos” en las fachadas de los edificios. Realizar la ruta Jacobea por las calles de León significa conocer la ciudad. A medida que nos adentramos, aparecen detalles muy curiosos por todas partes. ¿Os animais a descubrirlos? Una búsqueda del tesoro muy particular que hará mas divertido conocer la ciudad a los mas peques!
León tiene parques y zonas verdes casi en cada rincón. Los parques son enooormes, incluso con grandes extensiones de césped para correr aun más, tumbarse con una toalla, darse un baño en un río… Paso a recomendaros algunos en concreto.
Piscinas: pues si, aquí tampoco hay playa, pero si piscinas. Solo una recomendación, no se os ocurra ir por la mañana porque el agua está tan fría de lo que bajan las temperaturas por la noche que saldréis despedidos con solo meter un pie, jajaja… Así que hay que ir por la tarde, ah y os aviso de que está prohibido el baño sin gorro de natación como veis en la foto. Esta piscina tan chula está en un pueblo cercano a León que se llama Valencia de Don Juan, no os cuento la de veces que he tenido que especificar que era de Valencia del Cid, no de Don Juan, jajaja… pero en la capital tenéis grandes y buenas piscinas también para disfrutar en familia.
5 Comentarios
Me encanta León! No me canso de recorrerla cuando voy,quizás porque la tengo lejos. (mcsal)
y vamos y volvemos,porque no te cansa,porque es mágico,porque se vive muy bien y se come mejor….
D
Qué puedo decir yo de la tierra que me vio nacer y de la que llevo en el alma, allá donde vaya. Llevo muchísimos años viviendo en Valencia y nunca me he sentido valenciana, algo tendrá León que te atrapa, debe ser que la sangre que recorre mis venas es del norte, innegablemente.
No solo por la familia que tengo allí, sino por todo lo que comentas, su historia, su arte, su legado, y ese clima fascinante en verano, cuando aquí te asas de calor y te empapas de sudor, allí vas y el pelo se queda en seda, el agua no tiene cal, se respira mejor… Además puedo añadir que el carácter de los leoneses es muy cercano, muy abierto, y que enseguida entras en el grupo, el leonés es persona campechana y con ganas de agradar. Gente respetuosa, con el prójimo y con el medio ambiente, no sé, es otra cultura, a mí me encanta la gente de allí y me siento orgullosa de serlo.
No voy a hablar de toda la riqueza que admirar xq ya lo has hecho tú, no solo en ciudad, en provincia es impresionante, y bueno, deseando estoy que hagas esa segunda parte. Estoy segura que la concejalía d turismo te lo va a agradecer y mucho. Felicidades por el post xq es muy completo y una estupenda guía para el visitante. Un besazo. PD: gracias por las menciones 🙂
Un post muy currado con muchas explicaciones y claro es tu tierriña, se dice así no jajaja, ojala y yo algún día pueda ir de vacaciones y conocerla de arriba a abajo. Un beso. Ana Roberto.
El ayuntamiento ya no está en la plaza de San Marcelo desde hace algunos años. Ahora está en la calle Ordoño II.