Nuestra realidad diaria nos “regala” muchas situaciones que nos hacen sentir estresados y vivir cada acontecimiento a muchas revoluciones, sin percibir lo que está pasando a nuestro alrededor y disfrutarlo realmente. Cada persona afronta o reacciona a estas situaciones de un modo diferente, y eso exclusivamente depende de cada uno de nosotros. Gestionar nuestra forma de vida de manera positiva es un gran desafío, y mucho más cuando pretendemos involucrar a nuestra familia, y en concreto, a los más pequeños.
Hay una manera positiva de afrontar el día a día que nos ayudará a reducir nuestro estrés, nuestra impulsividad y fomentará nuestro autocontrol sobre situaciones y emociones desagradables. Hablamos de MINDFULNESS o conciencia plena, que consiste en prestar atención de forma particular, con intención, al momento presente y sin juzgar.
El Mindfulness no es sólo sentarse o poner atención en como respiramos, también hay múltiples acciones y actividades de la vida diaria que podemos hacer con conciencia plena. Si lo que pretendemos es iniciar a nuestros hijos en esta herramienta podemos introducirlo a modo de juego, donde descubrirán rutinas que querrán repetir porque les ayudan a estar más tranquilos y felices. Una forma estupenda de saber si la actividad les ha gustado y si ha sido efectiva es preguntarles cómo se han sentido y si han percibido algún cambio emocional entre el “antes” y el “después”. Cuando somos los padres y madres quienes proponemos cualquier actividad y la compartimos ésta crea gran expectación en nuestros hijos y eso es una baza importante que podemos utilizar a nuestro favor.
¿Mente llena o mente plena?
Los niños son pequeños maestros en materia de Mindfulness, porque la infancia es pura despreocupación. Ellos viven el “aquí” y el “ahora” del modo más intenso, y es al hacernos mayores cuando descubrimos las preocupaciones y aprendemos a anticipar cosas.
Igual que cada adulto es un mundo y actuamos de un modo diferente, los niños también, así que con la práctica podremos ver si nuestro hijo es más receptivo a actividades pausadas o más dinámicas.
Hay una serie de TÉCNICAS que podéis enseñar y practicar con vuestros hijos, por ejemplo:
BOTÓN DE PAUSA: Cuando nuestro hijo esté preocupado o nervioso le enseñaremos a adoptar una postura cómoda y simularemos darle al botón de pausa que está en nuestro cerebro. A partir de ese momento el tiempo se para, todo va despacio y nuestros pensamientos se van de nuestra mente. Os recomendamos el libro de Eline Snel llamado “Tranquilos y atentos como una rana” porque se acompaña de un CD de meditaciones que os serán tremendamente útiles. En este post de El aula de Elena podéis ver la puesta en práctica de este libro con niños y de forma muy detallada.
LAS FRUTAS: Con los ojos tapados ofreceremos al niño diferentes trozos de frutas que deberá oler, saborear despacio en la boca, masticar despacio y después intentar adivinar de qué fruta se trata. Además de estimular los sentidos y enseñar a comer de un modo más pausado, les mostraremos que comer puede ser una actividad placentera siempre y cuando pongamos nuestros cinco sentidos en ello.
LA DUCHA: Actividad que puede resultar muy gratificante por diversos motivos. Les indicaremos que se centren en notar cómo el agua cae sobre su piel, cerrar los ojos y disfrutar del olor del jabón, del tacto de la espuma. Podemos aprovechar para dar un pequeño masaje. Serán conscientes de lo afortunados que son de tener ese momento para ellos y ser capaces de disfrutarlo.
PINTAR MANDALAS: Con una música de fondo que dará ambiente y una luz no demasiado potente pintaremos mandalas escogiendo cuidadosamente los colores. Es fundamental mantener silencio y escuchar la música de fondo que es la que marcará el ritmo. Observaremos las formas, los colores y cómo va quedando.
EL RINCÓN DE LA CALMA: Buscaremos un lugar tranquilo donde el niño pueda ir a relajarse siempre que lo necesite. Pondremos cojines o peluches y le enseñaremos que a ese lugar se entra para poner atención en la respiración y estar tranquilos sin que nada nos perturbe. Incluso le indicaremos que cuando se sientan enfadados acudirán a ese rincón y saldrán de él cuando se sientan totalmente tranquilos y podrán seguir con lo que estaban haciendo. También podemos echar mano de este precioso y práctico libro para trabajar la relajación de los niños: “Buenos días, calma”
Recordaros que no es cosa de un día, es fundamental el entrenamiento y la constancia. Así que, animaros a aprender juntos porque el beneficio es inmenso!!
Este estupendo post ha sido creado por una colaboradora habitual de este blog que os presento a continuación:
Soy Mª Carmen Sahuquillo, Trabajadora Social por vocación desde los 90´y me defino como una persona solidaria, empática e inquieta por naturaleza. Después de un paréntesis en mi vida, descubrí lo increíble de la parte emocional del ser humano y decidí que, tanto mi vida como mi trabajo había encontrado verdadero sentido.
Me adentré en el mundo de la Inteligencia Emocional de manera autodidacta y, después de un Postgrado en Resolución de Conflictos, tomé la decisión de realizar el Máster en Inteligencia Emocional, lo que me ha abierto apasionantes caminos y me ha permitido conocer a gente muy interesante de la que aprendo a diario, así como promover Escuelas de Padres en centros educativos, formar maestros y realizar talleres de Inteligencia Emocional con niños.
Comparto, junto a una gran amiga y gran profesional, el perfil de Facebook llamado Bricoeduca: Algo más que educación, donde compartimos algunas reflexiones, inquietudes, trabajos, ideas y demás cosas que consideramos útiles e interesantes respecto a la educación en todos los aspectos de nuestros hijos.
Puedes leer otras de nuestras colaboraciones con Mª Carmen aquí: Necesidades emocionales básicas en los niños y El Bote de las Ideas.
¡Gracias Mª Carmen por tu sabiduría y generosidad con todos nuestros satélites!
6 Comentarios
hay que ver lo muchisisisimo que necesito yo eso del mindfulness….o eso o me volveré loco….mas,quiero decir….
D
Yo creo que me voy a tener que apuntar muy a menudo al mindfulness y hacerlo más que mi hija, pero me lo anoto y haber si saco un ratito para hacerlo con ella que seguro que le encanta, gracias Eli y a Mª Carmen por darnos tanto a conocer. Ana Roberto.
Yo me apunto al botón de desconectar! Estupendo post(mcsal)
Me parece una idea buenísima, je estado haciendo un curso sobre ello que acabó antes de Navidad y me ha ayudado mucho a pasar estas fechas que para mi son muy estresantes,si se le inculcara a los niños esta,disciplina( yo la considero así) desde pequeños no sólo desarrollarían mucho más su potencial sino que serían más felices
Aurora
Puffff la idea es genial, pero no se x donde empezar. Creo q mejor ponerlo n practica poco a poco y ver las cosas q funcionan.
Ana
Me gusta mucho todos los posts de mindfulness. cuando hice el curso y lo conte en el blog casi no encotnré info sobre ello, y ahora he leido muchos posts, así que en casa la lista de ejercicios mindfulness va creciendo. y el libro que mencionas el otro día me lo recomendaron y está ya en la lista de lectura. Que le mindfulness llegue lejos 😉 un abrazo!