Hoy han hablado en la radio de que en la Universidad de Copenhague habían realizado un estudio donde probaban que el espíritu navideño realmente existe… en ese momento me he parado a pensar que era una buena idea para desarrollar en un post sobre dónde se había escondido el mío…
Empecé haciendo una descripción de mis sensaciones y recuerdos de la Navidad de cuando era niña, incluso los olores que siempre me hacían saber que la mejor época del año ya había llegado… para acabar diciendo que hoy en día la rutina, las obligaciones y sobre todo la situación económica se lo habían llevado casi por completo y subsistía vagamente por la inercia del espíritu navideño que mis hijos me transmitían, como es normal.
Como siempre, la rutina del día a día y la falta de tiempo no me han dejado seguir desarrollando ese texto… pero sin embargo, la vida misma me dio la respuesta.
Hoy he sido agasajada por el espíritu navideño… así, de golpe, sin esperarlo. Me he sentido como inmersa en un historia de Dickens donde, de repente, algo extraordinario te sucede, te emociona y te hace darte cuenta de lo que de verdad importa.
Hoy alguien escondió una sorpresa dentro de una Poinsettia, una planta de pascua, si así la reconocéis mejor. Para mi, el regalo en sí, fue la propia planta, tan hermosa, voluptuosa y llena de Navidad. Y con mi plantita me fui tan orgullosa, pensando ya cual sería su sitio de honor en la casa, no especialmente decorada de Navidad o no tanto como yo quisiera porque, lamentablemente, hay otras prioridades.
Mi preciosa Poinsettia…
Ese alguien se tomó mucho interés en que no perdiera la tarjetita de felicitación que iba en la planta y yo, evidentemente, cuidé de que eso no pasara… después de un día ajetreado y de un paseo en coche por media Valencia, la planta y su tarjetita llegaron a casa…
Y lloré… lloré porque dentro de un sobre dorado había una tarjetita llena de grandes deseos y una forma extraordinaria de reconocer mi trabajo, el que leéis cada día en este blog.
Os aseguro que no todos o casi ninguno paga lo que vale este trabajo diario, incluso os diría que hacen mutis por el foro en cuando enseñas una tarifa… pero francamente os digo que para mi este blog va mucho mas allá de todo eso. A nadie le amarga un dulce, claro está, todos queremos obtener beneficio de nuestro esfuerzo, pero no vale venderse por cualquier lisonja…
Soy una persona de detalles, de gestos, de corazón… y hoy me han devuelto la ilusión, la magia, las estrellas, los planetas y el universo entero!
Si, el espíritu navideño existe… no está detrás de Papa Noel, los Reyes Magos, un árbol de navidad, una cena copiosa, ni tan si quiera detrás de un villancico…
Reside en los corazones, en las miradas, en los gestos de aquellos que te quieren y te lo demuestran de cualquier manera que consiga hacer vibrar tu alma y sentir que todo es posible…
¿Y tu, has encontrado tu espíritu navideño?
A Pilar Madrigal, con todo mi cariño…
6 Comentarios
Tal y como dices, los pequeños gestos son los que enriquecen nuestra vida. Tu relato me ha cautivado. Enhorabuena por lo bonito que lo cuentas y a la persona que ha propiciado que hoy tengas esta inspiración.
Hola, me gusta el tema de hoy porque me da para explayarme. Por fin te unes a mi causa, al espíritu navideño. Soy una férrea defensora de ese espíritu, y muchas veces tengo que soportar críticas muy cenizas, como que la navidad es consumismo, la navidad me deprime, y cosas por el estilo. Porqué la época del año que más brilla, la que tiene más color, más ilusión, nos afecta tanto??? Creo que la navidad la disfrutamos quienes le vemos la parte positiva y no buscamos la negativa. Todos tenemos problemas de diversa índole, pero no tiene porqué pagarla la navidad. La navidad son fechas en que muchas familias se reencuentran, la excusa perfecta para quienes viven lejos se reúnan, la excusa para sentarnos todos alrededor de una mesa en la que tal vez el resto del año es difícil coincidir, la excusa para pedir perdón si hay rencillas… Si, ya lo sé, tiene que llegar la navidad para eso? pues tal vez sí, xq son fechas para la introspección, para hacer balance, fechas en las que estamos más sensibilizados, en la que nos detenemos a pensar en las verdaderas cosas importantes. No hay que tener hijos pequeños para disfrutar de la navidad, la navidad se siente dentro, como humanos y como esos niños que nunca dejaremos de ser, yo al menos no quiero perder nunca mi parte más infantil e ilusionada.
Los milagros de navidad existen, a veces llegan, otras no llegan pero has tenido la ilusión, a veces se regalan, a veces te los regalan, solo hay que tener ese ánimo de hacer feliz a las personas que tenemos alrededor, sorprenderlas. Espero que disfrutes mucho de tu planta, porque es preciosa, tanto como la persona que pensó en ti, porque te aprecia y porque quería verte ilusionada.
Feliz navidad!!!
hasta yo he llorado……los amigos son la FAMILIA que tu puedes elegir…..
FELIZ NAVIDAD!!!!….
D
Simplemente leer este blog me ha llegado al alma, voy a tener que buscar yo también esa sensación, ese mensaje, esa nota, ese pequeño momento para volver a encontrar mi espiritu navideño. En esas pequeñas cosas, como la que hoy a ti te han hecho, son simplemente las que te hacen despertar todos los sentimientos necesarios, me alegro que tu espiritu navideño haya vuelto y sobre todo de una amiga para ti y tu familia. Un beso. Ana Roberto.
Pues claro que existe!! Yo tengo a raudales, aunque ya se encargan mis padres y mi marido de aplastarmelo con su negatividad…. menos mal ke este año tenemos mas niños en la familia, y ke tengo una amiga que es igual que yo en este tema y con la que comparto esos ratitos navideños, si no…..
Precioso!Me encanta esta planta ,me trasmite ese espiritu Navideño.